La Biblia dice que el temor de Dios es el principio de la sabiduría ( Salmos 111:10) y el principio del conocimiento ( Proverbios 1:7) Lo cual ha confundido a muchas personas , porque lo cierto es que le temor es completamente malo y es, en realidad, el único enemigo que tenemos. Uno puede sanar cualquier mal si se puede librar del temor vinculado a ese mal. Los problemas o las enfermedades no son más que temor subconsciente reflejado en nuestro entorno. Siempre es cierto que “no tememos a otra cosa que al temor”.
Entonces, ¿cómo consideramos los textos citados? La repuesta es que, en la Biblia, temer a Dios significa reverenciar a Dios, y no temer en el sentido habitual de la palabra.
Reverenciar a Dios es el principio de la sabiduría. ¿Cómo reverenciamos a Dios? No mediante pomposas declaraciones ni plegarias mojigatas, sino viendo a Dios en todas partes, negándonos a reconocer algo distinto a El y viviendo una vida cristiana.
Confiar es adorar. Uno adora todo aquello en que confía. ¿ En qué usted confía más? ¿ En el mal o en el bien? ¿En el temor o en Dios? ¿Qué adora usted? Esa es la prueba.
“Reconcíliate , pues, con El, y haz la paz” Job 22:21.
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