domingo, 6 de marzo de 2011

SUICIDIO Y MUERTE VIOLENTA

Es mejor que digamos aquí algo en cuanto al suicidio. La mayoría de las personas que toman sus propias vidas están tan preocupadas o aterrorizadas en el momento que no son moralmente responsables del acto y, así, no es realmente suicidio sino más bien muerte por desventura. Dichas personas se desenvuelven en el otro lado como cualquier otro. En un genuino caso de suicidio, sin embargo, la cosa es muy diferente. La autodestrucción consciente e intencional es un crimen que la Naturaleza castiga severamente. Es negarse a hacerle frente a los problemas de la vida, y esto obviamente es imposible hacerlo con éxito. Aquellos que buscan esta manera de salir no se encuentran con sus amigos en el otro lado. 

Andan solitarios e infelices, y seguramente se encontrarán en un confuso estado mental que es a todas luces subjetivo — una especie de vago sueño que a veces les hace pensar que - deambulan a través de una niebla densa. Por supuesto que a estas personas se les puede ayudar en gran medida mediante la oración, tanto como a todos los otros. Para las finales tendrán que volver a encarar de nuevo precisamente la clase de problema del que se escaparon, habiendo desperdiciado tiempo y sufrido por gusto.

1 comentario:

  1. El que tiene ideas suicidas debe orar antes que llegue el momento de deseperación. Porque en ese estado la oración es efectiva si previamente se ha orando pidiendo fortaleza

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