domingo, 6 de marzo de 2011

RÁPIDA DESCOMPOSICIÓN

Entiéndase aquí que este plano siguiente no es "el Cielo" o la Presencia de Dios consciente. Esa gente que supera grandes dificultades en este mundo y pasa al otro lado con una conciencia iluminada se llega a encontrar tan bien allá que, a veces, piensa que debe estar en el Cielo; pero no es así. Es un limitado mundo etérico. Claro que es menos limitado que este plano pero sigue siendo limitado y capaz de discordia y decadencia. Tanto es así que los objetos alIá se degeneran mucho más rápido que los objetos en este plano. En vez de quedarnos por largo tiempo con objetos rotos o gastados (como es el caso acá), las formas en que la gente ya no está interesada se derriten rápidamente y se reincorporan al éter inmediatamente, lo cual le hace pensar a los recién llegados que allá no existe la descomposición; pero claro que la hay, sólo que se concluye mucho más rápidamente. Por ejemplo en nuestro mundo digamos una silla o un vestido se fabrica, inmediatamente después de lo cual comienza a descomponerse. Este proceso, sin embargo, es muy lento, tanto así que aún en caso de deteriorarse tanto que ya no sirve, los fragmentos quedan tirados por alIi durante años y años antes de convertirse en polvo (si no es que se dispone de ellos de otra manera). En el siguiente plano una forma etérica descartada se disuelve rápidamente.

Uno no "se encuentra con Dios" en el siguiente plano más de lo que lo logra en este plano. Dios está en todas partes. Por supuesto, El está plenamente presente en el siguiente plano de la misma manera que lo está en éste; pero allá, al igual que acá, habrá que establecer contacto con Él mediante la propia conciencia, mediante alguna forma de oración o tratamiento espiritual. El Cielo es ese perfecto estado de conciencia en el que uno está en la plena realización de la Divina Presencia. En dicha conciencia no hay limitación, mal o degeneración de ninguna clase. Cuando se alcanza dicha condición, se ha terminado la labor propia en los planos etéricos, tan seguro como se ha concluido con el plano de la materia física. Si puedes alcanzar ese nivel de conciencia mientras todavía estás en este mundo (y algunos lo han logrado), no te "mueres" ni pasas a los planos etérícos; te vas directamente al Cielo desde esta Tierra. Así le pasó a Moisés, a Enoch, a Elías y a algunos otros. Esto es lo que se denomina "traslación" o "desmaterialización". Se logra al sobreponerse al sentido de separación de Dios que, en verdad, es la "caída del hombre". Entraña el sobreponerse al egoísmo, la sensualidad, la crítica, el miedo y cosas afines. Entraña vivir más y mis cerca de Dios cada día que pasa. De Enoch la Biblia dice que “caminó, pues, Enoch con Dios” antes de ser trasladado — y es que no hay otra ruta hacia la liberación

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