Desde algunos puntos de vista, la historia de tu vida bien puede compararse con un juego de cartas. En cualquier juego de cartas, se te reparte una mano, y entonces depende de ti jugar dichas cartas como mejor te parezca.
Algunas personas reciben del tallador una mano excelente, pero juegan sus cartas tan insensatamente que terminan perdiendo el juego. Otras reciben una mano muy pobre, pero al jugarlas cuidadosa y sabiamente, terminan ganando el juego contra todas las probabilidades.
Igual ocurre con el juego de la vida. Algunas personas comienzan aparentemente con todas las ventajas que la naturaleza o las circunstancias pueden conferir, pero juegan esta espléndida mano tan mal que terminan en el fracaso y la desilusión. Otros parecen recibir del Gran Tallador la peor de las manos —muy pocos comodines-— pero mediante el ejercicio de la sabiduría, el sentido común, el ingenio y, por encima de todo, la oración, juegan esta mano pobre con tanto éxito que para cuando termina el juego, han alcanzado un éxito brillante y duradero, y se han llevado todas las "fichas" de la vida.
No importa qué clase de mano te hayan repartido, y no importa qué errores hayas cometido, el juego no ha terminado y todavía puedes hacer de tu vida un éxito, si comienzas a jugar científicamente tus cartas.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario