domingo, 6 de marzo de 2011

JUVENTUD ETERNA

En el otro lado no hay ancianos por la siguiente razón: lo que acá vemos como un caballero anciano es, de hecho, un hombre de mente madura cuyo cuerpo ha comenzado a declinar de tal forma que la intensidad de todas sus facultades se disminuya. La persona en cuestión ve mal, está casi sorda, se mueve con dificultad, se le olvidan las cosas y, en muchos casos, resulta difícil hacerle entender cosas que queremos decirle. Estas condiciones se deben simplemente a la descomposición del cuerpo físico que evita que su contraparte etérica opere eficientemente; y ahora que el cuerpo físico ha sido descartado, la persona naturalmente recupera el pleno uso de sus poderes. Y así en el otro mundo será un hombre en la flor de la juventud. Por otra parte, los niños que pasan al otro lado sin haber alcanzado la madures mental continúan creciendo en el otro lado hasta que también ellos alcanzan la flor de la juventud.

En el siguiente plano hay muchos lugares que difieren el uno del otro tanto como en este mundo encontramos países tan diferentes como Suecia e Italia, por ejemplo, y hasta en la misma ciudad encontramos condiciones tan diferentes como las escuálidas calles de los arrabales y las bellas urbanizaciones ocupadas por la gente acaudalada y culta. No hay duda de que allá hay una variedad mucho mayor de condiciones de vida que lo que podamos encontraren esta Tierra, por lo que podríamos comparar el pasar de plano con la experiencia de un hombre que se pasa la mayor parte de su vida en una pequeña isla y, de repente, abandona la isla para explorar el mundo entero. 

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