domingo, 6 de marzo de 2011

COMUNICACIÓN CON EL MÁS ALLÁ

Llegamos ahora a la cuestión de sí es posible o no comunicarse con aquellos que han pasado al más allá. Se ha publicado un número plural de libros sobre este tema, y durante mucho tiempo se ha ventilado en el mundo entero una amarga y mordaz controversia a este respecto. Sin duda, mucha gente parece incapaz de tocar el tema y, al mismo tiempo mantener ya -sea su sentido común o sus buenas maneras. Los epítetos más violentos se cruzan entre los controverciales interlocutores a ambos lados del tema, y he conocido de varias amistades de años que se han roto por esa cuestión de si es posible o no comunicarse con los llamados "muertos". Los extremistas por un lado dicen dogmáticamente que es absolutamente imposible hacerlo. Entusiastas por el otro lado alegan estar en comunicación clara e íntima con sus amigos difuntos, y que hacen esto una o dos veces a la semana, y a veces más. ¿Cuál es la verdad? Bueno, la verdad es que a veces sí se produce comunicación, pero que los casos son más contados que lo que suponen los creyentes, y que esto siempre se hace con una considerable dificultad e incertidumbre. En nada se parece a llamar por teléfono de New York a Chicago. Se parece más a los días tempranos de los experimentos de Marconi con el inalámbrico, cuando los mensajes que entraban eran muy ocasionales y fraccionados, y cuando generalmente lo que se registraba no eran más que disturbios atmosféricos y movimientos sin sentido de los instrumentos.

No se metan en las cuestiones síquicas. Si desean investigar científica y cabalmente, enhorabuena, pero esto será el trabajo muchos años y requerirá condiciones científicas. La objeción principal a la práctica de tanta gente de correr tras los médiums es que eso en realidad es una forma de salir huyendo a las responsabilidades de la vida. Médiums profesionales dicen que muy rara vez les toca clientes que son felices, cuya vida está llena de prosperidad y auto-expresión. Por el contrario, son aquelloscon vidas infelices y frustradas, haciendo caso omiso de una particular desgracia, los que siempre se están tratando de comunicar con el siguiente plano. Es así como se convierte en lo que la sicología denomina un "mecanismo de escape", y puede ser casi tan desastroso como el alcohol o los narcóticos. El asunto de ustedes es vivir aquí en este mundo mientras que aquí estén, encarar sus problemas aquí y tratar de resolverlos, y vivir en el otro mundo cuando lleguen allá.

Hay un modo realmente espiritual de comunicación del cual sólo el bien puede resultar. Es el siguiente: Siéntate calladamente y recuérdate que el Dios uno es realmente Omnipresente. Reflexiona entonces que tu Verdadero Ser—la Chispa Divina en ti— está en la Presencia de Dios ahora, y que el Verdadero, Ser— la Chispa Divina— de tu amado también está en la Presencia de Dios. Haz esto por algunos minutos todos los días, y tarde o temprano obtendrás un sentido de comunicación. Sin embargo, como regla general, no se manifestará ningún mensaje detallado, sólo un definitivo e inequívoco sentido de que él sabe que tu has pensado en él, y que él está pensando en ti.

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