sábado, 26 de febrero de 2011

IMPÍO

La palabra “impío” aparece más de 300 veces en la Biblia y es uno de los términos más importantes que en ese libro se puede encontrar. En la Biblia, el vocablo Impío significa en realidad “hechizado” o que “está bajo un ensalmo”. La Ley del Ser es armonía perfecta, y dice que la verdad nunca cambia, pero el hombre utiliza su libre albedrío para pensar erróneamente, y así fabrica condiciones falsas a su alrededor, que luego cree que son reales. Parecen reales y de esa manera el hombre olvida que fue él mismo quien las creó, y se hechiza a sí mismo, o cae en una especie de encantamiento. Por supuesto, mientras permanezca hechizado, tendrá que sufrir las consecuencias . Sin embargo no es más que una ilusión o un ensalmo, que se puede romper si uno vuelve a Dios. 

La única manera de romper ese hechizo es pensar en Dios, por eso Jesús lo llamó el camino difícil y estrecho. “Oh, insensatos Gálatas! ¿Quién os fascinó a vosotros?”, dijo Pablo cuando supo que algunos de sus alumnos habían empezado a creer en el mal. 

“Huye el impío sin que nadie persiga”. “! Que se vuelvan los impíos al infierno!”, “ ¡ Deje el impío los caminos y el malvado sus pensamientos, y vuélvase a Dios, que tendrá de el misericordia!”. Todas estas son expresiones de lo que ocurre cuando nos dejamos hechizar por nuestros propios pensamientos y creemos en otro poder que no sea Dios. Huimos sin que nadie nos persiga, sentimos temor sin tener motivo. Podemos sufrir las penurias del infierno porque “el temor tiene tormento”, pero cuando nos volvemos a Dios, se rompe el hechizo y se restaura la armonía. 

Despertemos del encantamiento bajo el cual vive toda la raza, y sepamos que Dios es todo Poder, Inteligencia Infinita y Amor sin límites. 

Gálatas 3:1; Proverbios 28:1; Salmos 9:17; Isaías 55:7.

No hay comentarios:

Publicar un comentario