domingo, 27 de febrero de 2011

SÉPTIMO ASPECTO: PRINCIPIO

El Séptimo Principal Aspecto de Dios es PRINCIPIO y este es probablemente el que menos se entiende. La gente generalmente no piensa en Dios como Principio, pero sí que lo es. ¿Qué quiere decir la palabra "principio"?

Bueno, consideren algunos principios generalmente aceptados. “El agua busca su propio nivel”. Este es un principio. No es una gota de agua en particular y no es el curso asumido por una gota de agua en alguna localidad en particular, digamos el paso de una gota de agua de la Reserva de Ashokan a tu grifo en la ciudad de New York. Es un principio general que es verdad de toda agua-en cualquier parte en la Tierra. No es una cosa o acción en particular. Es un principio.

Consideremos otro principio: “La materia se expande cuando es calentada”. Ya que éste es un principio, esto es verdad por doquier, en cualquier momento, bajo la circunstancia que sea. Calienten una varilla de acero y la misma se expandirá sin importar en qué país se encuentre (la varilla), ni a quien pertenezca, ni para qué propósito se está usando. Este principio de expansión puede ayudar a una parte de algún mecanismo a operar exitosamente si el mecanismo está bien diseñado; o puede desbaratarlo si no está bien diseñado. Pero el principio es inalterable. Una vez más, este principio no es una cosa ni acción. No es el acero ni el proceso de expansión en sí; es el hecho que la materia se expande al calentarse.

Consideren otro principio: “Los ángulos de cualquier triángulo siempre suman 180 grados”. No importa qué clase de triángulo se pueda considerar, en tanto sea un triángulo este principio existe. El tamaño o el material no hace ninguna diferencia. El área del triángulo podrá ser un centímetro cuadrado o un millón de kilómetros cuadrados, el principio seguirá siendo el mismo. El triángulo puede ser colocado horizontalmente, verticalmente o en cualquier plano, y el principio permanecerá. 

Estos principios, vuelvo a repetir, eran verdad hace billones de años y lo seguirán siendo dentro de billones de años en el futuro. No cambian y no pueden cambiar ya que un principio nunca cambia. 

Dios es el Principio de la armonía perfecta y Dios no cambia, de manera que la armonía perfecta es la naturaleza de Su creación. La oración recibe respuesta porque Dios es Principio y, cuando oramos de la manera correcta, nos armonizamos a nosotros mismos con la Ley del Ser. La Oración Científica no trata de cambiar la Ley. No trata de lograr excepciones a nuestro favor. No le pide a Dios que cambie las leyes de la naturaleza para nuestra conveniencia temporal sino que nos sintoniza —como quien dice— con el Principio Divino; y entonces encontramos que las cosas comienzan a salir bien. 

Si tienes un radio y quieres escuchar un programa en WJZ, te pones a sintonizar dicha estación. No esperas escuchar un programa en WABC. En tanto que permanezcas sintonizado a la estación equivocada no podrás esperar escuchar el programa correcto; y uno no le pide a Dios que cambie los programas para que se acomoden a ti, como tampoco te pones a llorar o a tirarte de los cabellos. Sencillamente alteras la sintonía de tu aparato hasta que te sintonizas con la estación que quieres. Tenemos problemas y dificultades porque no estamos mentalmente sintonizados con Dios o con el Principio Divino de nuestro ser, y nuestro único remedio yace en volvernos a sintonizar correctamente. SÍ Dios fuera a hacer excepciones porque estamos en grandes dificultades (lo cual, dada Su naturaleza, no podría hacer jamás), nunca sabríamos dónde estaríamos parados. Si la ley de gravedad no trabajara en ciertos momentos (digamos los martes) o si se suspendiera ocasionalmente sin previo aviso (digamos porque un hombre muy importante se hubiera caído de un techo), ya saben lo que le pasaría al mundo. Aparte de cualquier otra cosa, quedaríamos en un estado de total confusión porque nunca sabríamos qué esperar; pero la ley de gravedad nunca cesa de operar porque es un principio.

Puedes estar inclinado a pensar que este hecho es limitante, o hasta deprimente, pero es todo lo contrario: Es extremadamente alentador porque, en vista de que un principio no puede cambiar, sabes que siempre puedes lograr tu demostración si tan sólo te elevas lo suficiente en conciencia. Si te elevaras en conciencia y, no obstante, no consiguieras tu curación o liberación, eso querría decir que el Principio se descompuso—pero sabes que eso no puede pasar, por lo que es sólo cuestión de suficiente oración o tratamiento y tu dificultad (sea la que fuere) tendrá que ceder.

Dios es Principio, el Principio de perfecta armonía, y por lo tanto la perfecta armonía es la Ley del Ser. Deberías notar que esta oración en sí misma es un tratamiento muy poderoso.
Este Aspecto de Dios —a saber, Principio— puede ser usado en cualquier momento, pero es especialmente útil cuando te estás sintiendo desanimado en cuanto a tus oraciones, y en casos en los que parece haber involucrados muchos malos sentimientos o prejuicios. En otros casos en los que parece haber cualquier clase de carácter vengativo o despecho, tales cosas se derretirán bajo la realización de que el Principio Divino es el único poder que existe, y que simplemente no existe personalidad falsa alguna que pueda pensar un mal de esa clase. 

SEXTO ASPECTO: ESPÍRITU

El Sexto Principal Aspecto de Dios es ESPÍRITU, pero ¿qué significa eso? Bueno, Espíritu es aquello que no puede ser destruido, dañado, herido ni degradado o ensuciado en forma alguna. El Espíritu no puede deteriorarse. No puede envejecerse o cansarse. No puede conocer el pecado, o la condenación, o el resentimiento, o la decepción. Es lo opuesto a la materia. La materia se está deteriorando siempre. La ropa que te pones no deja de gastarse. El edificio en que estás sentado se está envejeciendo, y tu propio cuerpo en sí está decayendo —y algún día todas estas cosas serán polvo. Claro que para que estas cosas pasen transcurrirá bastante tiempo según nuestras ideas, pero de que pasará, ¡pasará! Hubo un tiempo en que grandes ciudades plétoras de edificios imponentes y espléndidos monumentos florecían en África y Asia, ciudades de las que hasta sus huellas han desaparecido, ya que se han unificado (vuelto uno) con las arenas del desierto. Esto es inevitable porque la materia siempre se está gastando. “Sé como una flor y sé cortado, y huye como la sombra y no permanezcas.” 

Esto en realidad es algo espléndido porque quiere decir que el mundo está siendo renovado constantemente. Es algo espléndido que las cosas viejas desaparezcan a fin de que cosas más nuevas, más limpias y mejores puedan ocupar sus puestos. Si la ropa no se gastara, mucha gente continuaría vistiéndose con ella durante muchos años hasta que se saturara de polvo, en vez de lo cual conseguimos ropa nueva a intervalos frecuentes. Si los automóviles no se deterioraran, todavía estaríamos usando los modelos primitivos de hace treinta años. Nunca deberíamos tratar de apegarnos mentalmente a objetos materiales sino que deberíamos estar siempre listos a renovarlos y mejorarlos. El capítulo de Job citado arriba es una expresión de la limitada perspectiva humana de estas cuestiones, la actitud mental que era la verdadera causa de los problemas de Job.
La materia se gasta, pero el Espíritu no porque Espíritu es sustancia. Herbert Spencer define "sustancia" como aquello que no está sujeto a la discordia o degeneración. El Diccionario Webster dice que Espíritu es “aquello que subyace a toda manifestación externa... la real o inmutable esencia o naturaleza... aquello en que están inherentes las cualidades...aquello que constituye todo lo que es.” Todo esto sólo puede aplicarse a cosas espirituales.

Ustedes son Espíritu. Su cuerpo es espiritual, pero ustedes son Espíritu. El Espíritu no puede morir y nunca nació. Tu verdadero ser nunca nació y nunca habrá de morir. Eres Espíritu Divino, eterno, inmutable en tu verdadera naturaleza. Todo el universo es una creación espiritual pero la vemos de una manera limitada, y esa manera limitada es lo que conocemos como "materia". A veces han visto una ventana hecha con vidrio ondulado y saben que si ven a la calle a través de dicha ventana todo lucirá distorsionado. Los transeúntes y los automóviles lucirán torcidos y distorsionados de una manera fea y absurda. Sin embargo, ustedes saben que tales cosas en realidad están bien de por sí, y que la distorsión es producto de que las están viendo de la manera incorrecta. Es así como el daño, la descomposición, el pecado, la enfermedad, la muerte y todo aquello que denominamos "materia" es producto de nuestro falso ver. Nuestra falsa visión causa que nos conozcamos a nosotros mismos sólo desde un aparente nacimiento a una aparente muerte; pero esto también es ilusión. Esta visión distorsionada del Espíritu es, en realidad, lo que conocemos como "materia". La Biblia se refiere a esta distorsión como la mente carnal. Eucken dice: “La realidad es un mundo espiritual independiente e incondicionado por el aparente mundo de los sentidos” —y esto es sustancia.

La materia es irreal en el sentido filosófico. Por supuesto que no es una alucinación, pero no es la cosa externa y separada que aparenta ser. La vida es un estado de conciencia y el mundo que vemos a nuestro alrededor es parte de nuestra conciencia. Estamos conscientes de ciertos objetos y de ciertas ocurrencias pero tales son experiencias mentales a las que —sin saberlo— le damos una existencia objetiva.
Los objetos materiales a menudo parecen ser bellos. La belleza de la naturaleza y la belleza del arte le son familiares a todos pero cal belleza es, en realidad, el Espíritu o la Verdad brillando a través de la materia, y no debido a ella. Cuanto más delgado sea el velo de la materia, tanto mayor belleza habremos de ver. En un bello paisaje el velo de la materia (la limitación de nuestro pensamiento) es comparativamente delgada mientras que en un feo arrabal dicho velo es bastante grueso; pero esa es la única diferencia. Toda belleza, todo bien, todo gozo no son más que la Presencia de Dios aprehendida a través del velo de la materia.

El momento para realizar el Aspecto de Dios como Espíritu es cuando algo parece estar dañado, sucio o deteriorándose. Sí puedes realizar la presencia de Espíritu donde el problema parece estar, la condición malsana comenzará a mejorar; y si tu realización es lo suficientemente clara, la condición será sanada completamente.
Cuando Jesús vio al hombre con la mano tullida, realizó que en Verdad dicha mano era espiritual —y la mano se sanó. Cuando la gente dijo que Lázaro estaba muerto, Jesús realizó que el hombre verdadero es Espíritu y no muere —y Lázaro salió caminando, vivo.

Cuando realizas que cualquier cosa que veas no es materia realmente sino una idea espiritual vista en forma limitada, esa "cosa" cambiará para mejor. No importa que sea una cosa viviente (como lo sería una parte de tu cuerpo, un animal o una planta) o si es lo que llamamos un objeto inanimado, la ley es la misma. Los llamados "objetos inanimados" son en realidad ideas espirituales. Una mesa, una silla, tu reloj, tus zapatos, tu casa, el Puente George Washington, son todos ideas espirituales vistas en la limitada (nublada) manera que llamamos "materia". Ustedes no son una idea espiritual, son una individualización de Dios; pero las cosas sí son ¡deas espirituales, sean grandes o pequeñas. Un anima] es una maravillosa agrupación de las ideas de Dios en las que la Inteligencia es un componente principal pero no es una individualización. Si encuentras que el último par de páginas son difíciles de seguir, ignóralas por mientras y estudia el resto de este capítulo. Tarde o temprano verás estas cosas claramente por tu propia cuenta. No teorices mucho acerca de esta cuestión; antes bien, realiza algunos experimentos prácticos. Cuando algo te está dando problemas, afirma y trata de realizar aquello que en realidad es una idea espiritual —y observa lo que pasa. Si un automóvil o cualquier otra clase de mecanismo te está dando problemas, trata de hacerle un tratamiento. Sé que esto le sonará absurdo a personas que no están familiarizadas con la Ley Espiritual, por lo que les digo: No sean tercos y trátenlo. 



QUINTO ASPECTO: ALMA

El Quinto Principal Aspecto de Dios es ALMA, y se escribe con "A" mayúscula. No confundas esto con el "alma" escrito con "a" minúscula que es lo que la sicología moderna llama a la siquis y que es otro nombre para tu mente humana que consiste de cu intelecto y tus sentimientos.

 Alma es ese Aspecto de Dios por virtud del cual El es capaz de individualizarse a Sí mismo. La palabra "individual” significa exactamente lo contrario. A ellos les sugiere separatividad pero están errados. "Individuo" quiere decir indiviso, y Dios tiene el poder de individualizarse a Sí mismo sin —como quien dice- desmenuzarse en partes.

Dios se individualiza a Sí mismo como el hombre, por lo que todos somos en realidad una individualización de Dios. Dios puede individualizarse a Sí mismo en un número infinito de seres distintos (o unidades de conciencia), y, sin embargo, no estar separado en forma alguna. Sólo Dios puede hacer esto porque es Espíritu. La materia no puede ser individualizada. Sólo puede ser desmenuzada. Así, si fueras a rasgar media página de este libro, y a romperla en pedacitos, habrías dividido la página. El resto de la página sería más pequeño por la cantidad de papel que se le rasgó; y la página en su totalidad sería la suma de todos los fragmentos. Esto es división; no es individualización. El espíritu, no obstante, puede ser individualizado y esta posibilidad es el Aspecto de Dios que llamamos Alma.

Esta será una idea bastante nueva para mucha gente (nuestro entrenamiento acostumbrado nos prepara solamente para entender la materia), por lo que deberías pensar al respecto muchas veces hasta que estés satisfecho de que lo entiendes a cabalidad.

Así que tu verdadero ser—el Cristo Interno, el hombre espiritual, el "Yo Soy" o la chispa Divina, como es llamado en diferentes formas— es una individualización de Dios. Son ustedes la presencia de Dios en el punto en que se encuentran. Por supuesto que esto no quiere decir que eres un absurdo diosecito personal. Eres una individualización del único Dios Uno."

Puede el hombre muy apropiadamente ser comparado con un bombillo eléctrico. La corriente eléctrica está presente en todas las partes del circuito, pero brilla hacia delante —o podría uno decir figuradamente que se hace auto-consciente— en el bombillo. Así la Mente Divina se hace auto-consciente en ustedes, y eso es lo que son. Jesús, que le enseñó a los pobladores de un país vinícola, dijo: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos.” Obviamente la vida en los pámpanos es la vida común a toda la vid expresada en ese lugar en particular, y si un pámpano es desprendido de la vid, se muere. Ahora bien, el hombre no puede en realidad estar separado de Dios, pero sí puede estar separado en creencia humana; y cuando se da la creencia de la separación, le sigue la creencia en la muerte en un mayor o menor grado. Los grados menores son lo que llamamos enfermedad depresión, desánimo y ancianidad. En grado mayor se convierten en la creencia en la muerte propiamente dicha, cuando perdemos el cuerpo en su totalidad y desaparecemos de este plano, dejando el cuerpo atrás. El pensamiento de muerte es, en realidad, una carga de miedo extremadamente aguda.

Me gustaría advertir al lector que éste no es un tema cuya maestría se logra rápidamente. Será necesario releer muchas veces este asunto y orar mucho pidiendo iluminación para entenderlo completamente; y uno debería estar en guardia para no saltar a conclusiones precipitadas.

Caer en la cuenta, en alguna medida, de que eres una individualización de Dios de ninguna manera podría hacerte egotista o vanidoso. Por el contrario, te daría una verdadera humildad y, al mismo tiempo, una verdadera auto-confianza; y, por supuesto, es el único camino para superar el miedo.

Algunos de los antiguos egipcios hablaban del hombre como un rayo del sol, y la misma idea parece habérsele ocurrido a ciertos aborígenes americanos. Ésta es una idea maravillosa y expresa la verdad bellamente. Si trabajas regularmente realizando esta unicidad con Dios, cambiarás para mejor lo cual será aparente en todo reconocimiento que se te haga. Tu cuerpo y mente apenas si serán reconocibles. La gente dirá que no eres tú, que tienes que ser un hermano más joven, y ¡cuan superior eres a tu hermano mayor! Por otra parte, sí piensas negativamente de ti mismo, si crees que eres un miserable pecador y sigues repitiéndolo, ésa será la mejor manera de convertirte en tal "hermano mayor".

El Aspecto de Dios como Alma es el que hay que realizar cuando eres llamado a llevar a cabo alguna tarea o asumir alguna responsabilidad que parece demasiado grande para ti. Por ejemplo un oficinista en un negocio puede ser llamado de repente a que asuma el puesto de gerente, quizás permanentemente, y siente miedo porque no se siente capaz de hacerlo. O en un barco a la mar un suboficial inexperto, debido a una serie de accidentes, puede ser llamado repentinamente a asumir el mando de la nave. En ambos casos, la persona en cuestión debería trabajar sobre el Aspecto de Dios como Alma, cayendo en la cuenta de que él es una individualización de Dios y que, por lo tanto, Dios trabaja a través de él. Si la persona logra esto lo suficientemente claro, se sorprenderá de cuan bien marchará todo, y él mismo habrá entrado en una categoría superior de trabajo.

Cuando realizas que eres uno con Dios la tarea se convierte en ''Nuestra cuestión" en vez de "mi cuestión" porque Dios es tu socio. Por supuesto, cuanto entras a esta sociedad constituye una parte esencial del contrato que practiques la Regla de Oro. Todos aquellos con quienes trates deberán recibir un trato justo, lo cual quiere decir que los habrás de tratar exactamente como desearías que te trataran a ti si la cuestión fuera a la inversa.

Los dedos del gran pianista no están en el negocio por cuenta propia —como quien dice. Sus dedos no son independientes, son parte de él. Ellos le expresan a él sobre las teclas y no tienen que preocuparse en pensar qué notas tienen que tocar o cuestionarse si serán capaces de hacerlo. Saben que se encontrarán a sí mismos tocando las notas correctas, porque el maestro toca a través de ellos o por medio de ellos. Dios es Dios, y alguien correctamente dijo: “El hombre es el por-medio-de.!

CUARTO ASPECTO: INTELIGENCIA

Dios no es meramente inteligente sino que es la INTELIGENCIA en sí. Cuando claramente realices que éste es un universo inteligente, eso hará una gran diferencia en tu vida. Es obvio que en un universo inteligente no puede haber inarmonía algún;», porque todas las ideas tienen que trabajar juntas por el bien común. Esto quiere decir que no puede haber ningún tipo de choque o súper imposición en ninguna parte, así como tampoco puede haber ninguna carencia. Un motor que ha sido diseñado inteligentemente no tiene ninguna parte que le sobre, como tampoco le faltan partes esenciales. En resumidas cuencas, la máquina está bien, completa y perfecta, y así es el universo cuando lo entendamos.

Es especialmente importante caer en la cuenta de que Dios es Inteligencia por la razón siguiente; A veces ocurre que cuando la gente pasa la edad de la idea infantil de que Dios es sólo un hombre ampliado, se van entonces al extremo opuesto y piensan que Dios es meramente una fuerza ciega, "como la gravedad o la electricidad. Esto quiere decir que han perdido todo sentido del Amor y de la paternidad de Dios, y una idea de este tipo no difiere mucho de una forma sutil de ateísmo. Indudablemente que este punto de vista no está muy lejos de la actitud del materialista que, generalmente, es un gran creyente en lo que él denomina las leyes de la Naturaleza.

En un universo inteligente no puede haber ni crueldad ni desperdicio, ya que estas dos cosas son síntomas infalibles de la falta de inteligencia en aquéllos que son culpables de tales. Y, así, sabemos que la inarmonía y la estupidez de la clase que sean no son más que ilusiones de la mente carnal; y, de hecho, siempre comienzan a desaparecer bajo la realización de Dios como Inteligencia.

¿Es acaso Dios una persona? No, Dios no es una persona en el sentido usual de la palabra. Dios tiene todas y cada una de las cualidades de la personalidad excepto su limitación 

Es verdad que la mente humana no puede imaginarse una personalidad que no sea limitada, pero esta dificultad emana de las meras limitaciones de la mente humana en sí y, por supuesto, no afecta esto la naturaleza de Dios. La Biblia dice, de hecho, que “sea lo que pesiéis que Yo Soy, eso será en vosotros” y esto quiere decir que si le atribuimos a Dios toda cualidad de una personalidad infinita, inteligente y amorosa, que tiene infinito poder, Dios será justamente eso para nosotros. De manera que podemos decir que creemos en un Dios personal mas no en un Dios antropomórfico. No hay nada que un Dios antropomórfico pueda ser para nosotros que el verdadero Dios no es, y, además, El es infinitamente más. Al adquirir estas mejores y más amplias ideas de Dios, no deberían ustedes sentir que—como quien dice—han cambiado el Dios de su niñez por un Dios nuevo —como quien se sale de un partido político y se une a otro—, sino que simplemente están logrando una idea mejor y más adecuada del mismo Dios al que siempre han adorado; porque, por supuesto, sólo hay UN Dios. 

POSOLOGÍA

Deberías hacerte el tratamiento por Inteligencia al menos dos o tres veces a la semana, por cuenta de pensar en ella, y demandándola para ti mismo. Esta práctica hará que toda actividad en tu vida sea más eficiente. Seguro que habrá algunas cosas, que podrás hacer de una manera mejor que la que estás empleando al presente, y este tratamiento te lo hará comprender. Si estás malgastando tiempo en ciertas actividades, este tratamiento hará el hecho claro para ti, y se te mostrará una mejor forma de trabajar. Algunas personas se molestan cuando se les dice que se hagan el tratamiento por Inteligencia, y consideran que tal consejo es un reflejo de sus mentalidades; pero cuanto más inteligente sea una persona en realidad, tanto más caerá en la cuenta de cuánto más de dicha cualidad necesita.

Cuando las cosas en tu vida parezcan estar saliendo cada vez peor, trátate a ti mismo por Inteligencia. Cuando los negocios u otras condiciones aparenten haber llegado a un tranque, trátate por Inteligencia. Cuando parezca que te enfrentas a una pared de piedra y que, aparentemente, no hay escapatoria, trátate por Inteligencia. Si tienes que tratar con alguien que a todas luces es estúpido o tonto, cae en la cuenta de que la Inteligencia Divina trabaja en él porque es un hijo de Dios; y sí logras la suficiente realización, dicha persona cambiará para mejor. Puede que a veces pase, no obstante, que eres tú quien estaba en el error aunque ni lo sospechabas en lo más mínimo, caso en el cual llegarás a verlo y cambiarás por cuenta propia.

Los niños y la gente joven responden muy rápidamente a los tratamientos por Inteligencia. Si estás interesado en un niño de edad escolar o en un joven universitario, trátalo varias veces a la semana por Inteligencia, y te sorprenderá encontrar cómo aumentará su progreso en sus estudios. Recuerda también el maravilloso hecho de que cuando tratas espiritualmente a una persona (o a ti mismo), el resultado de dicho tratamiento permanecerá con dicho paciente no sólo en el tiempo presente, sino por el resto de su vida. Si tratas a Juancito por Inteligencia hoy, su trabajo escolar mejorará inmensamente, pero dentro de cincuenta años cuando sea un hombre de sesenta, será más inteligente y, por lo tanto, mas feliz y exitoso por cuenta del tratamiento de hoy.

Si estás en negocios, trátate por Inteligencia a ti mismo y a tus asistentes varias veces a la semana. Algunas personas hacen una práctica de bendecir el almacén o la oficina cada mañana al llegar, y esto trae resultados espléndidos. 

INTELIGENCIA Y SALUD 

El Aspecto Inteligencia de Dios es muy importante en relación con la salud del cuerpo. No sería un procedimiento inteligente el hacer un cuerpo que puede ser herido o dañado fácilmente, o uno que se envejeciera después de un uso de tan sólo setenta u ochenta años; ni sería inteligente darle a lo hombre facultades como visión o audición que comenzaran a fallar mucho antes de que él hubiera terminado con ellas. No obstante, la mente carnal cree justamente en estas cosas y, así, los cuerpos de hombres y mujeres experimentan deterioro en lo que se llama la ancianidad. Sus oídos, sus ojos y sus dientes les fallan y, para las finales, sobreviene la muerte. Cuando la raza humana caiga en cuenta lo suficientemente claro de que Dios es Inteligencia, la "creencia en la ancianidad" será superada. 


PENSAR INTELIGENTE 

Sabemos que la oración es pensar en Dios pero, a fin de pensar en Él, uno tiene que tener cierta cantidad de conocimiento obre Él, y estos Aspectos Principales suministran justamente eso. Nos permiten pensar en Dios de una manera inteligente. Cuando uno pone su atención en alguno de estos Aspectos, se desarrolla tal cualidad en uno mismo. Cuando se piensa que ese aspecto está en otra persona, se desarrolla dicha cualidad en ella. Pensar de Dios como Amor lo hace a uno más amoroso y se deshace uno de cierta cantidad de crítica, resentimiento y condenación. Pensar en Dios como Vida mejora la salud propia y nos da más energía; y así sucesivamente. Cuando algún cipo de problema te sobrevenga, trata de realizar el Aspecto Principal que representa exactamente lo opuesto. Así, realizarás el Amor para superar el miedo o el enojo; la Vida, para sanar la enfermedad; la Verdad, para poner al descubierto la falsedad, etc. 



TERCER ASPECTO: AMOR

Dios es AMOR. No es que Dios sea amoroso sino que es el Amor en sí, y probablemente sería verdad decir que, de todos los Siete Aspectos Principales, éste es el que más importa que practiquemos. No hay condición alguna que el suficiente Amor no pueda curar, y allí donde hay bien no será difícil desarrollar el suficiente sentido de Amor para propósitos de curación. Toda la Biblia trata de la naturaleza de Dios, y al desarrollarse las Escrituras, la idea de Dios se hace más y más clara hasta que, hacia el final dice: "Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él”, y más alto que esto no podemos ir. El mismo Jesús dijo: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.”

El Amor Divino nunca falla, pero lo importante es caer en la cuenta de que el Amor Divino tiene que estar en tu propio corazón, y que no puede operar desde afuera —como quien dice. Si en tu corazón tuvieras el suficiente Amor Divino para todo el mundo, podrías curar a otros con pronunciar la Palabra tan sólo una vez; y en muchos casos tu mera presencia traería la curación sin que hubieras realizado ningún esfuerzo en particular. Por supuesto que, para cuando hubieras llegado a este estadio, ya te habrías desecho de toda crítica y condenación. Nunca, ni por un instante, deberás desear que alguien sea castigado o pensar que "se lo merece". Esto no quiere decir que condones el mal en forma alguna pero, en todo caso, deberías condenar el mal y no al que mal actúa. SÍ un bebé pequeño es una plaga o quizás rompe un objeto valioso, puede que te duela el acto pero no por eso odias al bebé. Igualmente, al tratar con criminales y otros delincuentes deberíamos, en lo que ellos se refiere, tomar los pasos prudentes —como encerrarlos en prisiones humanitarias tanto para su propio bien como para el de la sociedad— pero sin odio. Un ladrón debe, por ejemplo, ser detenido no sólo para evitar que sus víctimas sean robadas sino por su propio bien, para evitar que su carrera criminal se desarrolle y pueda culminar finalmente en asesinato. Por supuesto, su condena debería ser reformadora, no meramente castigadora.
De igual manera, no debes permitir que otras personas te engañen o que de alguna manera se impongan sobre ti. Eso sería ayudarles a ser deshonestos o egoístas. Protege tus derechos, pero siempre en un espíritu de Amor Divino. 

EL AMOR Y EL MIEDO 

Probablemente conoces ese viejo relato de un extraño que se estableció en un pueblo y le preguntó a su vecino: "¿Cómo es la gente de por aquí?" El vecino, un cuáquero, contestó calladamente con una pregunta; "¿Cómo era la gente de donde viniste?" El recién llegado contestó: "Vengo de ____. La gente allá era muy mala y deshonesta." El cuáquero respondió: "Me temo que a todos ellos los vas a encontrar aquí también." Una tercera persona que alcanzó a oír la conversación, se unió a la misma comentando: "Esto me sorprende, porque yo vengo de ese mismo pueblo, y ése era un grupo de gente muy amable y amigable," Y el viejo cuáquero, volteándose hacia el tercero, dijo: "Tú también los vas a encontrar aquí a todos ellos."
.. Realizar a Dios como Amor es el REMEDIO PARA EL MIEDO —y en verdad el único remedio. Desde hace poco tiempo se han venido publicando muchos libros sobre el tema del miedo, pero al examinarlos he encontrado en casi todos los casos, que se limitan meramente a analizar el miedo, a decir lo malo que es y el daño que hace, y lo importante que es para nosotros deshacernos de él; pero no ofrecen ninguna manera práctica de hacerlo. La verdades que sólo hay un remedio para el miedo y consiste en lograr algún sentido de Amor Divino, pensándolo, analizándolo, demandándolo, y expresándolo en la práctica hacia todos los seres humanos sin excepción.

Si tus oraciones no están siendo contestadas, debe ser porque algo está mal. El universo está gobernado por la ley y no existe tal cosa como una ley quebrantada. El mismo Jesús no quebrantó la Ley del Ser cuando realizó sus milagros; es que no podía ni tampoco hubiera deseado hacerlo. Realizó la ley cuando oró. Cuando tus oraciones no son respondidas, debe ser porque no has realizado las condiciones de la Ley; y 99% de las veces es porque te está faltando un sentido de Amor por todos. Es una Ley Cósmica que el Amor sana, y que el miedo y la condenación dañan y destruyen. Trátense a ustedes mismos con Amor todos los días' y observen sus pensamientos; vigilen su lengua y sus acciones en cuanto a que nada contrario al Amor encuentre allí su expresión.

La Oración Científica consiste en ver a Dios donde los problemas aparentan estar. Cuando una persona parece estarse portando mal, vean la Presencia de Dios en ella. Cuando quiera que una parte del cuerpo esté enferma o dañada, vean la Presencia de Dios allí. Cuando quiera que parezca haber una escasez, vean la Presencia de Dios y demanden el Amor Divino también; y cuando sientan la sensación de Amor Divino, su demostración ya estará hecha y lo que ustedes necesitan vendrá. No es necesario que sea una experiencia excitante, lo cual podría ser algo meramente síquico. Una fuerte convicción de la Verdad con un sentido de Amor Divino es lo que demostrará bajo la circunstancia que sea. Ustedes tienen una fuerte convicción de que dos más dos suman cuatro, de que Chicago queda en Illinois, de que la Estatua de la Libertad queda en New York. No discuten acerca de estas cosas; sencillamente saben que son verdad. Tengan la misma convicción callada y firme en cuanto a sus aseveraciones de la Verdad, y demostrarán. A veces logran una bella sensación de paz en cuanto al problema —la paloma sale volando— pero esto no tiene que pasar para que ustedes hagan su demostración. Como regla general, la obtendrán sin esto. Si una paloma sale volando, cesen de trabajar. 


MANTENER EL SILENCIO 

No hablen acerca de sus oraciones; mantengan sus asuntos espirituales en privado. No le digan a nadie que están orando para tal o cual cosa, o de tal y cual manera. Mantengan en secreto los asuntos de su alma. Cuando logren una demostración, no salgan corriendo inmediatamente a decírselo a todo el mundo. Mantengan el silencio hasta que haya tenido tiempo de cristalizarse —como quien dice. Cuando Jesús curaba gente, les decía: “Ahora ve y no se lo digas a nadie”. 

Ya que Dios es Amor, Dios nunca castiga o amenaza a nadie. La acción de Dios sucede sólo para sanar y confortar e inspirar. Cuanto más nos acercamos a Dios, tanto más felices, pacíficos y sanos somos. De hecho, los problemas y las enfermedades son, en realidad, la manera en que nos hacemos conscientes de que hemos perdido el sentido de Su Presencia. Cuando cometemos errores o actuamos mal, el castigo que atraemos sobre nosotros mismos es la consecuencia natural de la ley que hemos quebrantado, y continuaremos sufriendo hasta que cesemos de quebrantar la ley. Este es un arreglo sensato y misericordioso, ya que no podríamos aprender de ninguna otra forma. Una estufa al rojo vivo te quemará la mano si la tocas. Eso es algo bueno porque si no lo hiciera, quizás algún día, inadvertidamente, pondrías la mano en el fuego y se te quemaría anees de que te dieras cuenta. Dios es Amor, y Dios es el único poder.

SEGUNDO ASPECTO: VERDAD

Dios es VERDAD. No es que Dios sea verdadero sino que es la Verdad en sí, y doquiera que está la Verdad allí está Dios. Dios es la Verdad Absoluta y no cambia. Hay muchas cosas que son verdades relativas a ciertos momentos y lugares solamente, pero Dios es la Verdad Absoluta en todo momento y en todas las circunstancias. Tan pronto como tocamos a Dios —que es Lo Absoluto—, las cosas relativas desaparecen.
.. Conocer la Verdad en cuanto a cualquier condición la sana. Jesús dijo: “Conoced la Verdad y la Verdad os hará libres”. La Verdad es la gran sanadora.
Deberías realizar a Dios como Verdad cuando quieres información sobre el tema que sea, o si sospechas que se te está tratando de engañar o falsear. Si tienes razones para creer que alguien está tratando de engañarte, piensa en Dios como Verdad y sostén que la Divina Verdad mora en la persona en cuestión y que se expresa a través de ella. Si realizas esto lo suficientemente claro, dicha persona entonces dirá la verdad. Cuando tienes que transar cualquier negocio importante -—como, por ejemplo, firmar un contrato—utiliza algunos minutos para realizaría Divina Verdad, y si hay en eso algo que deberías saber, tal cosa saldrá a la luz. 

Por supuesto, mucha gente no tiene deseo alguno de engañarte y, sin embargo, por alguna razón puede que no se te esté dando el cuento completo. Conozco varios casos en que serios malentendidos se evitaron porque alguien realizó a Dios como Verdad y, así, todos los hechos fueron sacados a la luz. También sé de varios casos en los que de la misma manera se frustró la deshonestidad intencional. 
Realizar a Dios como Verdad te economizará horas de trabajo de investigación en el campo que sea. Serás llevado al libro correcto o al lugar correcto o a la persona correcta sin pérdida de tiempo; o la información necesaria vendrá a ti en alguna otra manera. 

PRIMER ASPECTO: VIDA

El Primer Aspecto Principal que voy a considerar es VlDA. Dios es Vida. Dios no está meramente viviendo ni tampoco Dios da la vida, sino que Díos es la Vida. Doquiera que Dios sea, allí hay Vida. Dios es vuestra Vida. La vida es existencia o ser. 
Cuando estás enfermo, estás sólo parcialmente vivo. Cuando estás cansado o deprimido o desanimado, estás sólo parcialmente vivo. Estar realmente vivo quiere decir estar bien y lleno de interés en el trabajo del día. Es poca la gente que expresa a Dios de manera adecuada porque les falta el sentido de la vida. Lo que generalmente pasa es que la gente crece hasta lograr un máximo sentido de la vida (lo que llamamos "la flor de la vida"), y entonces comienza el deterioro gradual, un proceso que llamamos "edad madura" (middle age); y, finalmente, viene la ancianidad y la muerte. Este proceso le es común a toda la raza y por supuesto que no es falla del individuo. Pero tenemos que superarlo en algún momento cayendo en cuenta de que es sólo una creencia falsa, y mediante saber (no meramente creer) que Dios es nuestra Vida y que El nunca cambia. 


JÚBILO VITAL 

El júbilo gozo es una de las mas altas expresiones de Dios como Vida. En realidad, es una mezcla de Vida y Amor, y la Biblia dice que “los hijos de Dios gritan de júbilo”. Esto quiere decir que cuando realizamos nuestra cualidad de hijos, tenemos que experimentar el gozo; y que la tristeza es la pérdida del sentido de la paternidad de Dios. El gozo y la felicidad siempre tienen un efecto expansivo, así como el miedo tiene un efecto retrogresivo y paralizador. Ustedes saben cómo un niño pequeño, cuando se encuentra con alguien que quiere y en quien confía, se expande como una flor que se abre y corre a encontrarse con dicha persona; pero cuando tiene miedo, se encoge dentro de sí mismo. Eso también es lo que le pasa al alma humana. Una vez más, cuando quiera que una persona dice "claro que puedo", siempre se nota un movimiento expansivo y hacia adelante, pero cuando dice "no puedo", se da una retracción. No puedes imaginarte decir "sí, claro que puedo" con un gesto de encogimiento, o "no, no puedo" de una manera optimista y franca. El cuerpo siempre expresa. El pensamiento de Vida inspira, y sana, mientras que los pensamientos de miedo y muerte contraen y destruyen.
Deberías realizar el Aspecto de Dios como Vida para curar la enfermedad. Para hacerle frente a la creencia de "estoy envejeciendo", y para cualquier clase de depresión o desánimo.
El realizar la Vida Divina sana a una persona enferma y, por supuesto, puede curar a animales y plantas también. Los animales, por lo general, responden rápidamente a este tratamiento, y las plantas, aún más rápido; pero no se debería tratar de mantener con vida a un animal viejo a punta de tratamientos una vez que ha alcanzado el término de vida para su especie. Los animales y las plantas ceden rápidamente porque no tienen ese fuerte sentido de egotismo personal que tienen la mayoría de los humanos. 
Nunca afirman que no se pueden mejorar o que "esa enfermedad les ha sido enviada para un buen propósito". Tampoco ceden ante el desaliento por no haberse curado más rápido. 

DOS EXPERIMENTOS 


Un experimento excelente consiste en que ustedes seleccionen dos plantas o potes y que los comiencen juntos. Luego, denle tratamiento a uno de ellos todos los días, y al otro no; y antes de que pase mucho tiempo les sorprenderá encontrar cuánta diferencia hay en el progreso de cada uno. Realicen la presencia de la Vida Divina en el pote o la planta y denle pensamientos de Amor—empápenlo con Amor. Todo el mundo sabe que algunos jardineros tienen más éxito que otros aunque sus calificaciones técnicas puedan ser las mismas; y la razón es que el uno ama a sus plantas mientras que el otro sólo tiene un interés de negocio en ellas.
Si una persona parece carecer de ambición háganle un tratamiento en cuanto a vida mediante la realización de la presencia de la Vida Divina en él. Un hombre que me consultó tenía un hijo ya crecido que parecía no tener ambición alguna. Siguiendo mi consejo, el padre lo trató mediante la realización de la Vida Divina, y muy pronto las cosas comenzaron a cambiar. El paciente perdió su apatía, comenzó a tomar un interés en la vida, y pronto se encontró desempeñándose bien en su trabajo. Los médicos le dijeron al padre que las glándulas del paciente estaban trabajando mejor y no hay duda de que el tratamiento las mejoró; pero, por supuesto, esto fue solamente el canal o medio a través del cual actuó la oración.
He aquí otro experimento interesante que ustedes pueden hacer. Una de estas noches cuando se encuentren en un ómnibus o vagón de tren abarrotado, y la mayoría de la gente a su alrededor aparezca cansada o preocupada —y obviamente deseando haber terminado su trayecto—, sencillamente comiencen a declarar la Presencia de Dios como Vida en todos los allí presentes, y mantengan el ritmo sin cejar. Les sorprenderá y gratificará lo que pasará. Primero será una la persona que se animará y sonreirá; luego, otra se relajará de manera obvia; y, antes de que transcurra mucho tiempo, toda la gente en ese ómnibus o vagón de tren se estará sintiendo y luciendo diferente. No digan que esto es un disparate fantástico. ¡Trátenlo! 



INTRODUCCIÓN A LOS ASPECTOS DE DIOS

Alguna vez te has hecho la pregunta: ¿Cómo será Dios? Se nos ha dicho que oremos dándole la espalda al problema y pensando en Dios; pero, ¿Cómo hemos de pensar en Dios? ¿Cuál es Su naturaleza? ¿Cuál es Su carácter? ¿Dónde se encuentra? ¿Podemos realmente entrar en contacto con Él? Y de ser afirmativo ¿cómo?
En lo primerísimo que hemos de caer en cuenta es que Dios no es meramente una especie de hombre superior. La mayoría de la gente diría: “Por supuesto que no”; pero mi experiencia me demuestra que aún hoy día la mayoría de las personas –en lo profundo de sus corazones- piensan que Dios es meramente un hombre amplificado y nada más; un hombre muy bueno, un hombre extraordinariamente sabio, un hombre de infinito poder pero, no obstante, un hombre al fin y al cabo. Ahora bien, tal idea no es más que una proyección de sus propias personalidades, idea que no puede ser verdad. En filosofía a tal ser se le denomina “Dios antropomórfico”. Y a ninguna persona finita como ésta le sería posible haber creado el universo ilimitado que vemos a través de nuestros telescopios, o la infinita variedad de diminutas formas con la que establecemos contacto a través del microscopio, por no decir nada de la creación infinita de la que no tenemos ni idea.
Es natural que una persona piense que Dios es meramente una edición más grande de sí misma, así como podríamos suponer que sí un insecto pudiera pensar en Dios, probablemente creería que es un insecto gigantesco con un poder ilimitado, Nosotros, no obstante, somos seres en posesión de las facultades gemelas de razón e intuición, por lo que tenemos que ir más allá de ese estadio infantil en pos de la verdad.

LA LEY DEL PERDÓN

Es una ley mental inquebrantable que uno tiene que perdonar a otros si quiere superar las dificultades y lograr un verdadero progreso espiritual. 

Quizás la impotencia vital del perdón no sea obvia a primera vista, pero puede estar seguro de que no es simple coincidencia que todo gran maestro espiritual , comenzando por Jesucristo, haya insistido tan enérgicamente en el perdón. 

Debe perdonar las injurias, pero no sólo de palabra, o como una cuestión formal, sino sinceramente, de corazón ,así es. Usted no perdona por el bien de otra persona, sino por su propio bien. Para esa persona el perdón no significará gran cosa, ( a menos que fije una serie de valores a partir del perdón) pero para usted tendrá una gran significación . El resentimiento, la condena, la ira, el deseo de ver a alguien castigado, son cosas que corrompen su alma, por muy astutamente que usted disimule esos sentimientos. Como esas cosas tienen un contenido emocional, más vigoroso de lo que cualquiera sospecharía, le afianzan sus problemas, los remachan. Lo encadenan a muchos otros problemas que en realidad no tienen nada que ver con los agravios originales. 

Perdonar no significa que usted debe simpatizar con el delincuente o que quiere conocerlo, sino que usted debe desearle el bien. Usted, por supuesto, no debe convertirse en una alfombra que todo el mundo pisa. Usted, por supuesto, no debe permitir imposiciones o maltratos. Debe librar sus propias batallas, y librarlas con oraciones, justicia y buena voluntad. No importa que usted pueda olvidar la injuria o no, aunque si usted deja de pensar en ella probablemente la olvide, pero debe perdonar. 

LA LEY DE CRECIMIENTO

Aquello en lo que uno piensa, crece. Esta es una máxima oriental, y resume perfectamente las mayores y más fundamentales de todas las leyes de la Mente. Aquello en lo que uno piensa, crece. 

Aquello en lo que uno piensa, crece. Cualquier cosa a lo que usted de acceso en su mente, se magnifica en su vida. El sujeto de su pensamiento puede ser bueno o malo, la ley funciona y la condición crece. Cualquier asunto que usted mantenga fuera de su mente, suele reducirse en su vida, pues lo que no se usa , se atrofia. 

Mientras más piense en su indigestión o su reuma, más se agravarán esos males. Mientras más piense que usted está sano, que está bien, mejor estará su organismo. 

Mientras más piense en las carencias, los malos tiempos, etc, peor andarán sus negocios, y mientras más piense en la prosperidad , la abundancia y el éxito, dará a su vida una proporción mayor de esos bienes. 

Mientras más piense en sus cuitas o en las injusticias que ha sufrido, más pruebas de ese tipo seguirá recibiendo, y mientras más piense en la buena suerte que ha tenido, más buena suerte recibirá. 

Esta es la ley Mental básica , fundamental, que lo abarca todo. En realidad, toda enseñanza psicológica y metafísica no es mucho más que un comentario sobre esta ley. 

Aquello en lo que uno piensa, crece. Filipenses 4 8.

LA LEY DE LOS DOS ELEMENTOS

Todo pensamiento está compuesto por dos factores: el conocimiento y el sentimiento. Un pensamiento está integrado por una porción del conocimiento con una carga de sentimiento, y es sólo el sentimiento el que da poder al pensamiento. Por importante o magnífico que sea el contenido del conocimiento, si no está vinculado al sentimiento no pasará nada. Por otra parte, por poco importante o insignificante que sea el contenido del conocimiento, si hay una gran carga de sentimiento algo pasará. 

En la naturaleza, el pájaro simboliza esta ley natural. Un pájaro tiene dos alas, ni más ni menos, y las dos deben funcionar para que se pueda volar. 

No importa que el contenido de conocimiento sea correcto o incorrecto, mientras uno crea que es correcto. Recuerde que lo que importa es lo que creemos de verdad. Un informe sobre algo puede ser muy inexacto , pero si usted lo cree, tiene el mismo efecto sobre usted que si fuera cierto, y ese efecto, una vez más, dependerá de la cantidad de sentimiento que contenga. 

Cuando comprendemos esta Ley, advertimos la importancia de aceptar sólo la Verdad concerniente a la vida en toda fase de nuestra experiencia. No hay duda de que por eso Jesucristo dijo: “Conoced la Verdad y ella os hará libres”. Ahora comprendemos por qué los sentimientos negativos ( el miedo, la crítica, etc) son tan destructivos y por qué una sensación de paz y de buena voluntad constituye un enorme poder de curación. 

LA LEY DE LA PRÁCTICA

 La práctica conduce a la perfección. Ese familiar proverbio encierra una de las grandes leyes de la naturaleza humana, la cual – como es una ley – nunca , bajo ninguna circunstancia, se viola. 

Para ser hábil en cualquier campo, es preciso practicar. Sencillamente, no hay logro sin práctica, y mientras más se practique, siempre que se haga inteligentemente, mayor será la pericia y más pronto se obtendrá. Eso se cumple en el estudio de la música, de un idioma, cuando se aprende a nadar, a patinar, a esquiar, o a volar. Se cumple en todo aspecto imaginable de la actividad humana. La práctica es el precio de la pericia. 

En la vida comercial, y en cualquier clase de administración o dirección ,la experiencia es la forma que adquiere la práctica, una vez más es la práctica la que conduce a la perfección. De ahí que, si otros aspectos son iguales, se suele escoger a una persona mayor para puesto de responsabilidad y no a una persona más joven. 

En la metafísica, los efectos de esta ley son particularmente impresionantes. El control del pensamiento es, por completo, cuestión de práctica inteligente. Y la verdadera religión puede muy bien resumirse como la Práctica de la Presencia de Dios. Pero observen que he dicho una práctica inteligente. Forzar algo con violencia no es práctica inteligente, al igual que no lo es la lentitud monótona. 

La práctica es el secreto del logro. Podemos parodiar a Danton y decir: ¡ Práctica! ¡Y más práctica! ¡ Y todavía más práctica! 

“Poned la palabra en práctica, y no os contentéis sólo con oirla”. Santiago 1|22.

LA LEY DE LA ACTIVIDAD SUBCONSCIENTE

No bien el subconsciente acepta cualquier idea, de inmediato trata de llevarla a cabo. Utiliza todos sus recursos ( los cuales son mucho mayores de lo que se suele suponer) para ese fin. Utiliza todo ápice de conocimiento que uno haya acumulado, la mayor parte del cual se ha olvidado por completo, para conseguir su propósito. Moviliza los numerosos poderes mentales que uno posee, la mayoría de los cuales uno nunca emplea conscientemente. Aprovecha la energía ilimitada de la mente. Alinea todas las leyes de la naturaleza a medida que operan tanto dentro como fuera de usted, para obtener lo que persigue. 

A veces consigue inmediatamente su objetivo. A veces le toma un poco más de tiempo, otras veces, mucho tiempo, dependiendo de las dificultades que hay que superar. Pero si el objetivo no es completamente imposible, el subconsciente lo logrará, una vez que acepte la idea. 

La ley se cumple tanto con las ideas buenas como con las ideas malas. Esta ley, cuando se utiliza negativamente, provoca enfermedades, problemas y fracasos, cuando se utiliza positivamente, genera salud, libertad y éxito. La Biblia no dice que la armonía es inevitable no importa lo que hagamos – eso es una simpleza – , enseña que la armonía es inevitable cuando nuestros pensamientos son positivos, constructivos y generosos. 

De esto se desprende que lo único que hay que hacer es conseguir que el subconsciente acepte la idea que queremos reproducir, y las leyes de la naturaleza harán el resto: producirán un cuerpo sano, las circunstancias armoniosas, la carrera exitosa. Nosotros damos las órdenes, el subconsciente hace el trabajo

LA LEY DE RELAJACIÓN

Otra de las grandes leyes mentales es la Ley de la Relajación. En todo trabajo mental , el esfuerzo se derrota a sí mismo. Mientras más esfuerzo realice, menos resultados obtendrá. Esto, claro , es el opuesto de lo que encontramos en el plano físico, pero no nos sorprenderá porque sabemos que, en muchos casos, las leyes de la mente son el reverso de las leyes de la materia. 

En el plano físico, generalmente mientras más esfuerzo se realiza , mayor es el resultado. Mientras mayor sea la fuerza que se aplica a un taladro, con mayor rapidez atravesará una plancha. Mientras mayor sea la fuerza con que se martilla un clavo, con mayor rapidez penetrará en la pared. Mientras mayor sea la fuerza con que se cava, más rápido se abrirá una zanja. Sin embargo, exactamente lo opuesto ocurre con el pensamiento. 

Cualquier intento de presión mental está condenado de antemano al fracaso porque en el momento en que comienza la tensión, la mente deja de funcionar con creatividad y se limita a trabajar según el viejo molde habitual. Cuando uno trata de forzar las cosas mentalmente, cuando uno trata de apresurarse mentalmente, sencillamente detiene su poder creador. Para que la mente vuelva a ser creativa, hay que suprimir su tensión mediante un relajamiento consciente. 

En todo trabajo mental, sea relajado, apacible, y no se apresure, pues el esfuerzo se derrota a sí mismo. 

“La quietud y la confianza serán vuestra fuerza”. Isaías 30..15

LA LEY DE SUSTITUCIÓN

Hay grandes leyes que gobiernan todo pensamiento , del mismo modo que hay leyes fundamentales en la química, la física y en la mecánica, por ejemplo. 

Sabemos que el control del pensamiento es la Clave del Destino, y para aprender a controlar el pensamiento tenemos que conocer y comprender esas leyes, de la misma manera que el químico debe comprender las leyes de la química y el electricista debe conocer las leyes de la electricidad. 

Una de las grandes leyes mentales es la Ley de la Sustitución. Esa ley significa que la única manera de librarse de cierto pensamiento es sustituirlo por otro. No se puede descartar directamente un pensamiento. Eso sólo se puede hacer sustituyéndolo por otro. En el plano físico no ocurre así. Se puede dejar caer un libro o una piedra abriendo sencillamente la mano y soltando el objeto, pero en el pensamiento negativo, la única forma de conseguirlo consiste en pensar en algo positivo y constructivo. Es como si, digamos, para dejar caer un lápiz, fuera necesario poner una pluma, un libro o una piedra en su mano cuando el lápiz caiga. 

Si yo le digo: “No piense en la Estatua de la Libertad” ,usted, por supuesto, piensa inmediatamente en ella. Si usted dice: “ No voy a pensar en la estatua de la Libertad”, está pensando en ella. Pero tras pensar en la estatua, si usted se interesa por otra cosa, digamos, encendiendo la radio, se olvida de la Estatua de la Libertad. Ese es el caso de una sustitución. 

Cuando lo invaden pensamientos negativos,no los combata, sino piense en algo positivo. Piense preferiblemente en Dios, pero si en ese momento eso le resulta difícil, piense en alguna idea positiva o constructiva, y entonces el pensamiento negativo se disipa. 

A veces sucede que pensamientos negativos parecen asediarlo con tanta fuerza que no puede superarlos. Es lo que se llama un acceso de depresión, o de preocupación, o tal vez hasta un arranque de cólera. En ese caso, lo mejor es buscar a alguien con quien hablar de cualquier tema, o ir al cine, o al teatro, o leer un libro interesante, una buena novela, una biografía o una crónica de viajes, algo así. Si se sienta a combatir la marea negativa, el único resultado que obtendrá probablemente sea el de incrementarla. 

Preste atención a algo muy distinto , negándose resueltamente a pensar en la dificultad oa recrearla, y más tarde, después de que se haya alejado completamente del problema, puede regresar con confianza y afrontarla mediante un tratamiento espiritual. “Pero yo os digo, No resistáis al que es malo”.Mateo 5 39. 

SÓLO TUS PROPIOS PENSAMIENTOS

Siempre hay una solución, no importa cuál problema hayas tenido que encarar hoy, porque sólo tienes que habértelas con tus propios pensamientos. Como ya sabes, tienes el poder para seleccionar y controlar tus pensamientos, por más que a veces pueda parecer difícil. En tanto que pienses que tu destino está en manos de otras personas, la situación será irremediable. La gente dice: "De nada sirve que me esfuerce por tal y cual razón. Si tan sólo tuviera una profesión. Si tan sólo me hubiera casado con otra persona. Si tan sólo no hubiera comprado este negocio. Si tan sólo me hubiera ido al extranjero cuando podía" -y así sucesivamente. 

Pero éste es un error vital, porque sólo tienes que habértelas con tus propios pensamientos. Recuérdate este hecho constantemente. Repítelo cien veces al día hasta que realmente comiences a comprender lo que significa para ti. Anótalo donde lo veas a menudo. Tenlo en tu escritorio, o doquiera que trabajes. Cuélgalo en tu dormitorio donde lo puedas ver fácilmente. Llévalo escrito en tu agenda. Escríbelo en tu alma al pensar constantemente en ello. Te transformará la vida. Te conducirá fuera de la tierra de Egipto y te sacará de la Casa de la Esclavitud. Te llevará a Dios.

CAFÉ PARA TRES

Promulgamos leyes mentales para nosotros mismos, y luego tenemos que vivir supeditados a ellas. Desafortunadamente, ocurre a menudo que son éstas leyes de limitación. Nos sugestionamos un impedimento —o alguien lo hace por nosotros— y antes de que caigamos en la cuenta de lo que ha pasado, casi se ha convertido en un dogma sagrado. Sin embargo, no es más que una sugestión, y con un cambio de creencia podemos liberarnos de ella.

Un joven doctor y su esposa estaban agasajando a una pariente que estaba de visita. Después de la cena, se sirvió el café, ante lo cual la huésped intercaló con visible excitación: "¡Juan, bien sabes que no puedo tomar café! La nicotina que contiene me mantiene despierta toda la noche."

La esposa iba a hablar, pero el marido le hizo un ademán con los ojos, y dijo: "Le aseguro, mi querida tía, que en este café no hay nicotina alguna." La visitante respondió: "Todo café tiene nicotina, y me mantiene despierta toda la noche." El anfitrión ripostó: "Querida tía, le doy mi palabra de honor como médico que este café no contiene nicotina."

La señora, quien tenía una alta consideración por las calificaciones profesionales de su sobrino, así como por su integridad personal, quedó satisfecha, procediendo a tomarse tres tazas grandes de café y gozándolas tremendamente —y durmió como un angelito toda la noche.

Claro que en el café no puede haber nicotina. Lo que la doña quería decir era cafeína, pero dijo nicotina. Por supuesto, no se puede aprobar el engaño que se usó —el engaño nunca es legítimo— pero el cuento ilustra perfectamente el poder de la sugestión, sea ésta buena o mala. La señora promulgó una ley de limitación para sí misma, y entonces la revocó sin problema alguno. ¿Por qué no comenzar hoy mismo y revocar muchas de tales leyes que has promulgado para ti mismo?



DEBES CUIDAR LA SERENIDAD

La serenidad es la marca de la vida espiritual. Más aún, es la clave de la felicidad.

La gente, en su mayoría, tiene al menos una comprensión superficial de esta verdad. Mucho le gustaría tener serenidad, pero no sabe qué hacer para conseguirla. Dice: "Me gustaría estar sereno en todo momento, o al menos la mayoría de las veces, pero ¿cómo lo hago?" A veces dice: "He trabajado muy duro para conseguirlo; de hecho, ocasionalmente he trabajado tan duro en esa dirección que me encuentro bastante cansado." Por supuesto que trabajar duro es, de por sí, una negación de la serenidad, es estar tenso.

Cuando estás sereno, todo en tu vida te viene fácil, y hasta te es posible dilucidar la solución de un problema sin que tengas que hacer ninguna oración especial al respecto. No hay duda de que a menudo te encuentras diciendo o haciendo lo correcto casi automáticamente. Ciertamente tus oraciones tienen mucho más poder cuando estás sereno.

He aquí una técnica para alcanzar la serenidad. Primero, deja de apurarte. Haz lo que sea necesario, pero sin abalanzarte. Segundo, entrénate a pensar sólo en lo que te gustaría pensar en el momento. Tercero, haz una regla de mantener tu mente allí donde te encuentras, o en lo que sea que te ocupe en el momento. No la dejes deambular a otros temas o lugares. Si tu cuerpo está en la calle 57 de New York, no tengas la mente en alguna otra ciudad.

Si te ocupa la consideración de cierta cuestión, no permitas que tu mente deambule a otros asuntos; o, si no te queda más remedio, deja de pensar en la primera cuestión y dale tu plena atención a lo otro. En pocos momentos caerás en la cuenta de que no es esto lo que deseas considerar hoy, y regresarás al asunto importante. Y, con toda seguridad, tus pensamientos no volverán a deambular más.

La mente de mucha gente está constantemente corriendo de un lado para otro en todas direcciones. Naturalmente, esto hace que sea imposible estar sereno. Aquiétate -no es que tengas que estar especialmente lánguido o callado, sino quieto. Puedes ser sociable y amigable, y aún así estar quieto mentalmente. Todos los místicos de todas las religiones, tanto occidentales como orientales, han enseñado esto.

Cuando has alcanzado la serenidad, serán extremadamente raras las veces en que sentirás excitación descontrolada, ira o miedo. No sentirás melancolía. Por el contrario, estarás más feliz que nunca.

Practica la serenidad de esta manera, y te sorprenderá lo rápido que se volverá un hábito. Claro que no hablarás de esto con otra gente. Notarán un cambio en ti, y la apreciación y respeto que sienten por ti aumentará de manera considerable.
«Estad quietos, y conoced que yo soy Dios.» Salmo 46:10

USA ESA ESCOBA

Una buena ama de llaves procura que el sucio y el polvo no se acumule en rincones y esquinas, y sobre las tablillas. Periódicamente, la casa se revuelve y se le da una limpieza total. Demasiado a menudo en nuestras vidas permitimos que las cosas negativas se acumulen en los rincones de nuestra mente. Afrontamos los problemas obvios a medida que se van presentando, pero le permitimos a las pequeñas dificultades que se amontonen en las esquinas, o quizás las empujamos al subconsciente, y tratamos de olvidarnos de ellas.

Por ejemplo, si se nos presenta un problema de salud o de finanzas, nos ponemos a trabajar al respecto inmediatamente; pero si, por el contrario, alguien nos ha injuriado, en vez de manejar espiritualmente el incidente en ese momento, lo guardamos y, quizás, hasta lo empacamos con algo de resentimiento.


Nos comportamos de la misma manera con muchos problemas de índole similar, tales como envidia, celos, falso orgullo y diversas fallas de carácter. Estos problemas deberían ser tratados a medida que se van dando. Pero, sea como fuere, si has permitido que se acumulen, ahora es el momento correcto para barrerlos y sacarlos de las esquinas donde se han acumulado.


Si alguien te ha injuriado, perdónale ahora, y termina con eso de una vez. O si has herido a otra persona, pide el perdón de Dios y reclama Su bendición sobre la otra persona, así como también sobre ti mismo. Encárgate de todas las otras dificultades de manera similar.

Sé una buena ama de llaves. Barre estas cosas negativas fuera de tu casa, no "bajo la alfombra", ya que sólo permanecerán allí para fastidiarte más tarde. Limpia todo rincón y esquina —y Dios te hará merecedor de mayores logros en el futuro, porque tu casa estará basada sobre la roca de la Verdad, y nada más.

TÓMALO CON CALMA

No te apures. Vas a vivir para siempre —en alguna parte. De hecho, ya estás en la eternidad, así que, ¿cuál es el apuro?

No te preocupes. ¿Acaso este asunto va a tener alguna importancia dentro de veinte años? Tú le perteneces a Dios, y Dios es Amor; así que, ¿para qué irritarse?

No condenes. En vista de que no puedes meterte bajo la piel de la otra persona, no hay forma humana de que puedas saber qué dificultades él o ella ha tenido que enfrentar —cuánta tentación, o malentendidos, o estupidez propia ha tenido que superar. Tú tampoco eres perfecto, y puede que seas hasta peor de calzarte sus zapatos. ¡No juzgues!

No resientas. Si algún mal se ha hecho, con toda seguridad la Gran Ley se encargará de ello. Elévate en conciencia, y así te liberas al tiempo que liberas al delincuente. El perdón es la medicina más fuerte de todas.

No te quejes. Consume tu propio humo. Tu propio concepto es lo que ves; así que hazle un tratamiento y cámbialo.

No arrebates. Sea como fuere, no puedes retener lo que no te pertenece por derecho de conciencia. Arrebatar lo ajeno pospone tu bien.


No empujes. El puesto en que te encuentras es el correcto en todo momento. Si no te gusta, cámbialo científicamente elevándote en conciencia. Esto será permanente.



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sábado, 26 de febrero de 2011

VIDA

Jesús dijo que había venido para que tuviéramos vida, y la tuviéramos abundante. La Biblia utiliza a menudo la palabra vida, siempre implicando que es la mayor de las bendiciones. “Le saciaré de días y le haré ver mi salvación” “Tú me enseñarás el sendero de la vida”. “Guarda tu corazón con toda cautela, porque de él brotan manantiales de vida” . Jesús dice que quienes lo sigan tendrán luz de vida. Y la gran meta del hombre, se dice en toda la Biblia, es la vida eterna. 

Pero ¿cuál es la vida de la que habla la Biblia? No intentamos definir la palabra en este breve ensayo. Bastará con señalar que uno experimenta la vida sólo cuando es feliz, cuando se siente libre, útil, alegre y cuando no conoce el temor ni la duda. 

Todo el mundo ha conocido esos períodos en la vida, aunque sean menos frecuentes de lo que deberían ser, y esos son los momentos en los cuales uno está vivo, en los cuales uno disfruta de la vida. En otros instantes , uno no ha tenido vida, en el sentido de las Escrituras. 

De modo que cuando la Biblia nos promete una larga vida, bajo ciertas condiciones, nos promete un largo período de júbilo y libertad. Cuando promete vida eterna, promete el disfrute de esas cosas para siempre. 

Una vida física larga, llena de esfuerzos, sufrimientos y decepciones, llegar a una edad avanzada sin alegría ni esperanza, no es una larga vida en el sentido bíblico. Semejante historia, en realidad, es una forma de muerte. 

La vida en la concepción bíblica es infinitamente valiosa, y se nos promete con la condición de que acatemos la Gran Ley, buscando un mayor conocimiento de Dios y situándolo en primer lugar en nuestra existencia.