jueves, 8 de diciembre de 2011

USA LO QUE TIENES

Mucha gente me dice: "Quiero avanzar más rápido. Quiero saber más." Y, como regla general, procede a pedir una lista de libros que leer o algún "curso avanzado" que pueda tomar.
..........Esta actitud es totalmente errónea. Entraña que el avance espiritual es cuestión de actividad intelectual —del simple incremento de conocimiento—. Eso podrá aplicarse en el estudio de las matemáticas, de física o química, pero no a la metafísica.
..........El crecimiento espiritual resulta de poner en práctica el conocimiento que ya se tiene. En vez de leer otro libro, vuelve a leer tu libro favorito una vez más, y aplícalo con mas cuidado que nunca en tu vida práctica.
..........Sanar un dedo cortado o solucionar un problema de negocios a punta de tratamientos únicamente te enseñará mil veces más acerca de cosas espirituales que el estudio intelectual de toda una biblioteca.
..........Lo que tienes que entender y realizar es que el mundo en que vives es un concepto mental y no una realidad objetiva. Toda verdadera demostración que logres facilita la realización de esta verdad, mientras que el estudio intelectual no hace nada en esa dirección.
..........La metafísica, como la música, es tanto ciencia como arte. En metafísica es absolutamente cierto que uno aprende haciendo.

LA BASE ESPIRITUAL

Es una de dos: O estamos fundamentados sobre la Base Espiritual, o no lo estamos, pues no hay término medio en esto.

Estás sobre la Base Espiritual:
  • -Si definitivamente le das todo el Poder a Dios, en el sentido más literal, práctico y sencillo de la frase; y no le das poder a las condiciones que se den en el momento que sea.
  • -Si rehusas darle poder al error al temerle.
  • -Si realmente crees que la oración puede hacer lo que sea
  • -Si realmente crees que tu felicidad y bienestar son de importancia vital a los ojos de Dios.
  • -Si caes en la cuenta de que toda idea y creencia que aceptes tiene que expresarse en tu entorno, así como en todas tus relaciones y actividades.
  • -Si tratas de ver la Presencia de Dios en todas partes.
  • -Si caes en la cuenta de que, fundamentalmente, no tienes que hacerle frente a nada salvo a tus propios pensamientos.
  • -Si, en resumen, entiendes que te encuentras en universo mental, que las cosas son pensamientos, y que la historia propia es fundamentalmente la expresión de lo que uno cree que Dios es.


domingo, 18 de septiembre de 2011

EL PADRE NUESTRO

Esta simple declaración fija claramente la naturaleza y carácter de Dios. Dice todo lo que el hombre necesita saber acerca deDios, y acerca de sí mismo, y acerca de su prójimo. Oliver Wendell Holmes dijo: "Mi religión está resumida en las primeras dos palabras del Padre Nuestro".

»Padre Nuestro». En esta cláusula Jesús establece de una vez por todas que la relación entre Dios y el hombre es una de padre e hijo. Esto deja por fuera cualquier posibilidad de que la Deidad pueda ser el tirano implacable y cruel. La vasta mayoría de los hombres y mujeres están en su mejor momento cuando se ocupan de sus hijos. Hablando de la misma verdad en otra parte Jesús dijo:

»Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará buenas cosas a los que le pidan?» (Mateo 7:11)

Noten que esta cláusula que fija la naturaleza de Dios, fija al mismo tiempo la naturaleza del hombre. Es una Ley Cósmica que "cada cual engendra su igual". No es posible que un arbusto de rosas produzca lirios, o que una vaca pueda parir un potrillo. La prole es —y tiene que ser— de la misma naturaleza que el padre; y así, ya que Dios es Espíritu Divino, el hombre esencialmente tiene que ser Espíritu Divino también, a pesar de lo que al contrario puedan decir las apariencias.

Esta enseñanza de Jesús con un solo golpe ha barrido con el 99% de toda la teología con su Dios vengador, sus individuos escogidos y favorecidos, su fuego eterno del infierno, y toda la otra parafernalia abominable de la imaginación enferma y terrorífica del hombre. Dios existe —y el Dios Eterno, Todopoderoso y Omnipresente es el Padre amoroso de la humanidad.

Si meditaras sobre este hecho hasta que lograras algún grado de entendimiento de lo que significa en realidad, la mayoría detus dificultades y dolencias físicas desaparecerían, ya que éstas están arraigadas y basadas en el miedo. Si tan sólo pudieras darte cuenta —de alguna manera— de que la Sabiduría Omnipotente es tu amoroso Padre viviente, la mayoría de tus temores se irían. Si pudieras realizarlo completamente, toda cosa negativa en tu vida se desvanecería, y podrías demostrar la perfección en todas las fases. Puedes ver ahora el objetivo que tenía en mente Jesús cuando puso esta cláusula de primero.

»Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó.» (Génesis 1:27).

El Padre Nuestro no dice "Padre Mío", sino "Padre Nuestro", y esto indica más allá de todo error posible la verdad de lahermandad del hombre. Esto fuerza sobre nuestra atención desde un principio el hecho de que todos los hombres, sin duda, son familia, la prole de un mismo Padre; y que:

»Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.» (Gálatas 3:28).

Aquí Jesús cercena la ilusión de que los miembros de cualquier nación, o raza, o territorio, o grupo, o clase, o color, sean —a lavista de Dios— superiores a ningún otro grupo.

El punto final es la orden tácita de que hemos de orar no por nosotros mismos sino por toda la humanidad. Ninguno de nosotros vive ensimismado por más que trate. En un sentido mucho más literal de lo que mucha gente realiza, somos miembros de un Cuerpo.

"Padre Nuestro" - un explosivo espiritual que, para las finales, destruirá toda clase de esclavitud humana.

Ora bien aquel que ama

tanto al hombre como a la bestia y al ave.

Ora mejor el que mejor ama

todas las cosas tanto grandes como pequeñas;

ya que el Dios amado que nos ama,

Él lo hizo todo y lo ama todo también.

»Y en efecto, pregunta ahora a las bestias, y ellas te enseñarán; a las aves de los cielos, y ellas te lo mostrarán; o habla a la tierra, y ella te enseñará; los peces del mar te lo declararán también....que la mano de Jehová la hizo.» (Job 12:7-9).

QUE ESTÁS EN EL CIELO

Habiendo establecido claramente la paternidad de Dios y la hermandad del hombre, Jesús procede entonces a explayarse sobre la naturaleza de Dios, y a describir los hechos fundamentales de la existencia. La naturaleza de Dios es estar en el cielo, y ladel hombre, estar en la tierra, ya que Dios es la Causa y el hombre, la manifestación. Aquí, la palabra "cielo" quiere decir Dios o Causa, porque en la fraseología religiosa "cielo" es el término que se le adjudica a la Presencia de Dios. La palabra "tierra" significa manifestación, y la función del hombre es manifestar o expresar a Dios, o Causa. Dicho de otra manera, Dios es la Causa Infinita y Perfecta de todas las cosas; pero la Causa tiene que ser expresada, y Dios se expresa a Sí mismo por conducto del hombre. El destino del hombre es expresar a Dios en toda clase de gloriosas y bellas maneras. "Expresar" quiere decir presionar hacia afuera, o traer a la vista aquello que existe implícitamente. Todo rasgo de tu vida es en realidad una manifestación o expresión de algo en tu alma.

Ya que son los malentendidos acerca de la relación de Dios y el hombre lo que conduce a todas nuestras dificultades, vale lapena asumir el trabajo que sea con tal de entender correctamente esa relación. Tratar de tener manifestación sin Causa es ateísmo y materialismo, y todos sabemos a dónde conducen los mismos. »Padre nuestro que estás en el cielo.»

»... como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos...» (2 Corintios 6:16).

SANTIFICADO SEA TU NOMBRE

Si investigamos la derivación de la palabra "santificar", se encontrarán con un hecho muy interesante y significativo. Dicha palabra tiene la misma raíz que "santo", "entero", "integral", "sanación" o "sanado" (1) de manera que vemos que la naturaleza deDios es completa y perfecta —totalmente buena—. De este hecho se derivan algunas consecuencias muy notables. Hemos acordado que un efecto tiene que ser similar en naturaleza a su causa, de manera que en vista de que la naturaleza de Dios es santificada, todo lo que se desprenda de dicha Causa también tiene que ser santificado o perfecto. Dios no puede —como alguna gente piensa— enviar enfermedad o problemas o accidentes -y mucho menos la muerte-, ya que estas cosas son opuestas a Su naturaleza.

»Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio.» (Habacuc 1:13).

(1) Nota del Traductor: Esto se aplica en inglés, idioma en el cual las palabras "hallowed" (santificado), "holy" (santo), "whole" (entero), "wholesome"(íntegro), "heal" (sanar) y "healed" (sanado) comparten la misma raíz, que sería la exhalación característica en castellano de la letra "J" o en hebreo de la letra "He".

VENGA TU REINO

El ser el hombre manifestación o expresión de Dios, tiene ante sí un destino ilimitado. Su trabajo consiste en expresar en forma concreta y definida las ideas abstractas que Dios le suministra; y a fin de hacer esto, tiene que tener poder creativo. Si no lo tuviera, sería meramente una máquina a través de la cual trabajaría Dios —un autómata—. Pero el hombre, al tener la naturaleza de su padre, sigue siendo un creador. Observa que la palabra "individual" significa indiviso. La conciencia del hombre no está separada de la deDios.

»Venga a nosotros Tu reino» quiere decir que es nuestro deber traer más y más de las ideas de Dios a su manifestación concreta en este plano. Para eso es que estamos aquí. El viejo refrán que dice: "Dios tiene un plan para cada hombre, y tiene uno para ti" es totalmente correcto.

Si tan sólo determinaras lo que Dios pretende que hagas, y lo hicieras, encontrarías que todas las puertas se te abrirían y serías gloriosamente feliz. En la vida todos tenemos nuestro respectivo Lugar Verdadero en el que podemos traer a la manifestación el Reino de Dios, y decir en verdad »Venga a nosotros Tu reino».

HÁGASE TU VOLUNTAD

»Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo» (Mateo 6:10).

Son demasiadas las veces que escogemos utilizar nuestro libre albedrío de manera negativa. Nos permitimos pensar equivocadamente, egoístamente, y este pensar equivocado hace recaer problemas sobre nosotros.

En vez de entender que nuestra naturaleza esencial es la de expresar a Dios, de encargarnos de los asuntos del Padre,tratamos de establecernos por cuenta propia. Abusamos de nuestro libre albedrío, tratando de trabajar separados de Dios; y el mero resultado natural de esto es la enfermedad, pobreza, pecado, problemas y muerte con que nos encontramos en el plano físico. Ni siquiera por un momento debemos tratar de vivir por cuenta propia, o de hacer planes o arreglos sin hacer referencia a Dios, o suponer que podemos ser felices y exitosos si buscamos otro fin que no sea el de hacer Su Voluntad.

Nuestro asunto es llevar la plenitud de nuestra naturaleza tan pronto como podamos a la conformidad con la Voluntad de Dios. "En Su Voluntad está nuestra paz," dijo Dante, y la Divina Comedia es, en realidad, un estudio de los estados fundamentales deconciencia, en el que el Infierno representa el estado del alma que se esfuerza en vivir sin Dios, y el Paraíso, el estado del alma que ha logrado su unidad consciente con la Voluntad Divina. Fue este sublime conflicto del alma lo que arrebató del corazón del gran San Agustín el clamor de: »Tú nos has hecho para Ti, y nuestros corazones estarán inquietos hasta que descansen en Ti.»

EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA

»El pan nuestro de cada día dánoslo hoy.»

En vista de que somos los hijos de un Padre amoroso, tenemos derecho a esperar que Dios nos proveerá a plenitud de todo lo que necesitamos. Si así lo hacemos, con fe y entendimiento, nunca acudiremos en vano.

Es la Voluntad de Dios que todos vivamos vidas saludables y felices, llenas de experiencias gozosas; que nos desarrollemos libre y continuamente. Para este propósito, requerimos cosas tales como alimento, vestimenta, refugio, medios de transporte, libros, etc.; y, por encima de todo, requerimos libertad. En el Padre Nuestro todas estas cosas están incluídas bajo el título de "pan," y no se refiere meramente al alimento en general, sino a todo aquello que el hombre requiera para una vida saludable, feliz, libre y armoniosa. Pero a fin de obtener estas cosas, tenemos que reclamarlas, y tenemos que reconocer a Dios (y sólo Dios) como la fuente y manantial de todo nuestro bien. La carencia de lo que sea siempre tiene su origen en el hec ho de que hemos estado buscando nuestro suministro en una fuente secundaria en vez de en Dios en persona, el autor y dador de vida.

La gente piensa que su suministro viene de ciertas inversiones, o de un negocio, o de un empleo quizás; mientras que en realidad estos son meramente los canales a través de los cuales viene, siendo Dios la Fuente. Es seguro que cambie el canal en particular a través del cual estás recibiendo tu suministro, ya que el cambio es la Ley Cósmica de la manifestación. El estancamiento es, de hecho, la muerte; pero siempre y cuando caigas en la cuenta de que la Fuente de su suministro es el Espíritu Uno inmutable, todo estará bien. La disolución de un canal no será más que la señal para que otro se abra.

En su más importante significado íntimo, »nuestro pan de cada día» significa la realización de la Presencia de Dios, un sentido en sí de que Dios existe no meramente de manera nominal sino como LA gran realidad; de que podemos depender de Él para que cuide de nosotros, que nos enseñe todo lo que necesitamos saber, y que guíe nuestros pasos para que no incurramos en errores. Éste es Emmanuel, o Dios con nosotros.

»Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta...» (Filipenses 4:19).

El error común, por supuesto, es suponer que un reconocimiento formal de Dios es suficiente, o que hablar de cosas Divinas es lo mismo que tenerlas; pero esto es exactamente lo mismo que suponer que mirar una bandeja de comida, o discutir la composición química de diversos alimentos, es lo mismo que sentarse a comer en sí. Este es el error responsable del hecho de que a veces lagente ora pidiendo algo durante años sin lograr ningún resultado tangible. Si la oración es una fuerza, es imposible orar sin que algo pase. Ora regular y tranquilamente —recuerda que en todo trabajo mental, el esfuerzo o presión se derrota a sí mismo—; luego,cuando menos lo esperes, llegará la realización.

Otra razón de por qué el símbolo de comida o "pan" para la experiencia de la Presencia de Dios nos dice tanto, es que el actode ingerir alimentos es esencialmente algo que uno tiene que hacer por sí mismo. Nadie puede asimilar los alimentos por otro. De lamisma manera, nadie puede lograr por otro la realización de la Presencia de Dios.

»Porque sacia al alma menesterosa, y llena de bien al alma hambrienta.» (Salmo 107:9).

Al hablar del »pan de vida, Emmanuel», Jesús lo llama nuestro pan de cada día. La razón para esto es fundamental: Nuestro contacto con Dios tiene que ser un contacto viviente. Es nuestra actitud momentánea hacia Dios lo que gobierna nuestro ser.

»He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.» (2 Corintios 6:2)

Lo más fútil del mundo sería tratar de vivir sobre una realización pasada. Lo que para ti entraña vida espiritual es tu realizaciónde Dios aquí y ahora.

Sé agradecido por la experiencia de ayer, sabiendo que estará contigo por siempre en el cambio de conciencia que la produjo, pero no dependas de ella ni por un momento para las necesidades de hoy. El maná en el desierto es el prototipo del Viejo Testamento de este sustento diario. A la gente que deambulaba por el desierto se le dijo que se le suministraría maná del cielo todos los días, cada uno recibiendo abundantemente para cubrir sus necesidades, pero que por ninguna razón tratara de guardar para el día siguiente. Bajo ninguna circunstancia habrían de tratar de vivir en base a la comida de ayer; y cuando a pesar de la regla algunos trataron de hacerlo, el resultado fue pestilencia o muerte.

Igual nos pasa a nosotros. Cuando tratamos de vivir sobre la realización de ayer, en realidad estamos tratando de vivir en el pasado, y vivir en el pasado es la muerte. El arte de la vida consiste en vivir en el momento presente, y hacer de dicho momento algo tan perfecto como nos sea posible mediante la realización de que somos instrumentos y expresiones de Dios mismo.

PERDÓNANOS NUESTRAS OFENSAS

"Perdónanos nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden.» (Mateo 6:12).

Esta cláusula es el punto de giro en el Padre Nuestro. Es la clave estratégica para todo el tratamiento. Habiéndonos dicho lo que Dios es, lo que el hombre es, cómo trabaja el universo, cómo debemos realizar nuestra labor, cuál es nuestro verdadero alimento o suministro, así como la forma en que podemos obtenerlo, llega entonces al perdón de los pecados.

El perdón de pecados es el problema central de la vida. El pecado es un sentido de separación de Dios, y es la mayor tragediade la experiencia humana. Está, por supuesto, enraizado en el egoísmo. Es esencialmente un intento de lograr algún supuesto bien al que no se tiene justo derecho. Es un sentido de existencia personal aislada y egocéntrica, mientras que la Verdad del Ser es que todo es Uno. Nuestros verdaderos seres están en unicidad con Dios, indivisos de Él, expresando Sus ideas, atestiguando a Su naturaleza. En vista de que todos somos uno con el Gran Todo del cual espiritualmente somos parte, resulta que somos uno con todos los hombres.

El mal, el pecado, la caída del hombre, de hecho son en esencia intentos de negar esta Verdad. Tratamos de vivir separados deDios. Tratamos de actuar como si pudiéramos tener planes y propósitos e intereses distintos a los de Él. Si todo esto fuera verdad, significaría que la existencia no es una y armoniosa, sino un caos de competencia y lucha. Pero, por supuesto, esto no es verdad, y en ello estriba el gozo de la vida.

ASÍ COMO NOSOTROS PERDONAMOS

A medida que repetimos inteligentemente la Gran Oración, de repente como que nos levantan por los pies y nos agarran en una llave, de manera que no nos queda más remedio que encarar este problema de estar separados de Dios. Tenemos que perdonar a todo el mundo.

Noten que Jesús no dice, "perdóname por mis ofensas y yo perdonaré a otros". Nos obliga a declarar que ya hemos perdonado de hecho, y hace que nuestra demanda por perdón dependa de eso. No creo que haya nadie tan loco como para tratar deesforzarse en buscar el Reino de Dios sin desear ser relevado de su propio sentimiento de culpa. Estamos atrapados en la posición ineludible de que no podemos demandar nuestra propia liberación antes de que hayamos liberado a nuestro hermano.

»Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos.» (Salmo 139:23).

DEMOSTRANDO EL PERDÓN

»Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.» (Lucas 6:31)

El perdón de otros es el vestíbulo del Cielo. Tienes que deshacerte de todo resentimiento y condenación de otros, e igualmentede toda auto-condenación y remordimiento. Tienes que perdonarte a ti mismo, pero no podrás hacerlo hasta que no hayas perdonado a otros primero.

Por supuesto, nada en el mundo sería más fácil que perdonar a las personas que no nos han hecho mucho daño. Pero la Ley del Ser requiere de nosotros que perdonemos no solamente estas frivolidades, sino justamente esas cosas que son tan difíciles deperdonar que al principio parece imposible hacerlo. Pero el Padre Nuestro hace que nuestro propio escape de culpa y limitación dependa precisamente de esto.

Si nuestras oraciones no están siendo respondidas, busquemos en nuestra conciencia y veamos si no hay alguna circunstancia vieja por allí que nos haga sentir resentidos. Busquemos y veamos si en realidad no estamos cultivando una inquina contra algún individuo o grupo de personas. Si éste es el caso, entonces tienes un acto de perdón que llevar a cabo, y cuando lo hayas hecho, probablemente harás tu demostración. Si al presente no puedes perdonar, tu demostración no ocurrirá hasta que puedas hacerlo, e igualmente tendrás que posponer la conclusión de tu enunciado del Padre Nuestro.


LIBERACIÓN EN EL PERDÓN

»Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial.» (Mateo 6:14).

Liberar a otros entraña liberarse uno mismo, porque el resentimiento es, en verdad, una forma de apego. Es una verdad cósmica que se requieren dos personas para hacer un prisionero: el prisionero y el carcelero. No existe eso de ser un prisionero por cuenta propia. Es más, el carcelero está tan preso como el reo a su cargo. Cuando se mantiene un resentimiento contra alguien, se está vinculado a dicha persona por una cadena mental. Se está unido por un vínculo cósmico a lo que más se odia. Justamente esa persona que, quizás en el mundo entero, es la que más te disgusta es con quien te estás conectando por medio de un gancho que es más fuerte que el acero. ¿Es eso lo que deseas? ¿Es ésa la condición en que deseas seguir vi viendo? Recuerda, perteneces a aquello con lo que te vinculas en pensamiento; y en algún momento u otro, si dicho eslabón perdura, el objeto de tu resentimiento regresará a tu vida, quizás para causar más estragos. Nadie puede darse el lujo de esto, por lo que tienes que cortar de plano todos los nexos de esta índole mediante un acto claro de perdón. Tienes que aflojarle y dejarle ir. Mediante el perdón te liberas a ti mismo y salvas tu propia alma. Y en vista de que la Ley del Amor trabaja de igual manera para todos, ayudas a salvarle el alma al otro también.

CÓMO PERDONAR

»Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará...» (Salmo 55:22)

La técnica del perdón es bien sencilla, y para nada difícil de poner en práctica cuando entiendes cómo hacerlo. Lo único que es esencial es estar dispuesto a perdonar. Con tal que tengas el deseo de perdonar al que te ha agraviado, la mayor parte del trabajo ya se habrá consumado.

El método de perdonar es el siguiente: Apártate del mundanal ruido y aquiétate. Repite cualquier oración o tratamiento que te atraiga, o lee un capítulo de la Biblia. Entonces, di calmadamente,

"Yo plena y libremente perdono a (nombre del ofensor); le aflojo y le dejo ir. Vierto el peso del resentimiento sobre el Cristo dentro de mí. Él ahora queda en libertad, y yo también. La Verdad Crística nos ha liberado a ambos. Gracias, Padre."

Bajo ninguna circunstancia habrás de repetir este acto de perdón, porque lo has hecho de una vez por todas, y hacerlo una segunda vez sería repudiar tácitamente tu propio trabajo. Después, cuando la memoria del ofensor o de la ofensa vuelva a presentarse en tu mente, bendice brevemente al delincuente y desecha el pensamiento. Haz esto tantas veces como regrese el pensamiento a tu mente. Encontrarás que toda la amargura y resentimiento habrán desaparecido, y que ambos son libres con laperfecta liberación de los hijos de Dios. Tu perdón estará completo.

NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN

»No nos dejes caer en la tentación; mas líbranos del mal». (Mateo 6:13)

Mucha gente piadosa siente que Dios no podría dejar caer a nadie en la tentación, y que Jesús no puede haber dicho lo que parecía que había dicho, por lo que se dieron a la búsqueda de otro fraseo que estuviera más acorde con el tono general de suenseñanza. Sin embargo, todo esto es innecesario.

Los hechos son estos: Cuanto más oras, tanto más sensible te pones, y tanto más poderosas son tus oraciones. Pero tambiénte haces susceptible a formas de tentación que simplemente no acosan a los que están en una etapa más temprana. Tentaciones sutiles y poderosas están a la espera; tentaciones de trabajar por la gloria propia, por honores personales y distinciones; tentacionesde permitir que las preferencias personales se impongan a la imparcialidad. Más allá y por encima de todas las otras tentaciones está el pecado mortal del orgullo espiritual. Muchos de los que han superado las otras pruebas, se han resbalado ante una condici ónde vanagloria de la propia rectitud que se ha precipitado como una cortina de acero entre ellos y Dios.

Algunos antiguos escritores eran tan vívidamente sensibles a estos peligros que hablaban del alma como que era desafiada por diversas pruebas al transitar por el camino ascendente. Era como si el viajero fuera detenido en varias puertas o casetas de peaje, y probado mediante alguna ordalía para determinar si estaba preparado para seguir avanzando. Si pasaba la prueba, se le permitía continuar su camino con la bendición del retador.

Ahora, algunas almas menos experimentadas, ansiosas de progreso rápido, han deseado precipitadamente ser sometidas inmediatamente a toda clase de pruebas, y hasta han buscado a su alrededor dificultades que superar. Olvidándose de laadvertencia del Señor, »No tentarás al Señor, tu Dios» (Mateo 4:7), virtualmente le han desafiado a que les dé dificultades. Y así, Jesús insertó esta cláusula, en la que oramos para que no tengamos que hacerle frente a nada que sea demasiado para nosotros en el nivel actual de nuestro entendimiento.

TUYA ES LA GLORIA

»Tuyo es el reino, tuyo es el poder y la gloria, por siempre Señor.» (Mateo 6:13)

Esta maravillosa sentencia resume la verdad esencial de la Omnipresencia y la Omnipotencia de Dios.

Sabemos que Dios es el único poder, de manera que cuando trabajamos es realmente Dios quien lo hace a través de nosotros. Así como el pianista produce su música por medio (o a través) de sus dedos, de la misma manera puede pensarse de la humanidad como los dedos de Dios. Suyo es el Poder. Cuando tienes algo que hacer, si sostienes el pensamiento de que es realmente la Divina Inteligencia lo que está trabajando a través de ti, realizarás las tareas más difíciles.

El cambio maravilloso que recae sobre nosotros a medida que vamos gradualmente realizando lo que realmente significa laOmnipresencia de Dios, transfigurará toda fase de nuestras vidas, convirtiendo el pesar en júbilo, la edad en juventud, y la opacidad en vida y luz. ¡Esta es la gloria!

martes, 13 de septiembre de 2011

AQUELLO EN LO QUE UNO PIENSA,CRECE

Aquello en lo que uno piensa, crece. Esta es una máxima oriental, y resume perfectamente las mayores y más fundamentales de todas las leyes de la Mente. Aquello en lo que uno piensa, crece.

Aquello en lo que uno piensa, crece. Cualquier cosa a lo que usted de acceso en su mente, se magnifica en su vida. El sujeto de su pensamiento puede ser bueno o malo, la ley funciona y la condición crece. Cualquier asunto que usted mantenga fuera de su mente, suele reducirse en su vida, pues lo que no se usa , se atrofia.

Mientras más piense en su indigestión o su reuma, más se agravarán esos males. Mientras más piense que usted está sano, que está bien, mejor estará su organismo.

Mientras más piense en las carencias, los malos tiempos, etc, peor andarán sus negocios, y mientras más piense en la prosperidad , la abundancia y el éxito, dará a su vida una proporción mayor de esos bienes.

Mientras más piense en sus cuitas o en las injusticias que ha sufrido, más pruebas de ese tipo seguirá recibiendo, y mientras más piense en la buena suerte que ha tenido, más buena suerte recibirá.

Esta es la ley Mental básica , fundamental, que lo abarca todo. En realidad, toda enseñanza psicológica y metafísica no es mucho más que un comentario sobre esta ley.

Aquello en lo que uno piensa, crece. Filipenses 4 8.

viernes, 2 de septiembre de 2011

DEJA ESE PERRO TRANQUILO


Ocúpate de tus asuntos" es una regla muy buena. Es muy probable que no haya error en decir que la mitad del mal en el mundo se debe a entrometidos bien intencionados que no pueden abstenerse de intervenir. No hace falta decir que tales personas nunca tienen armonía ni éxito en sus propias vidas, ya que es una regla invariable que todo aquél que se ocupe de los asuntos del vecino, descuidará los propios. 

Todo esto es verdad, y no podemos recordarlo lo suficiente; pero en un sentido más profundo es igualmente verdad que aquello de lo que se ocupa el hombre -a lo que le da su atención- siempre se constituye en su asunto, y a veces en su destrucción. Cuando interfieres mentalmente en cualquier condición, involucras tu vida en ella directamente proporcional al grado de interferencia. Cuando mentalmente tomas partido, o te emocionas sobre la cuestión, y aún más cuando hablas de ello, y todavía más aún cuando haces algo al respecto, te estás haciendo parte de ella y tendrás que asumir las consecuencias. 

Dicho de otra forma, no puedes involucrar tus pensamientos en algo sin acarrear sobre ti las consecuencias naturales. Si quieres, podrás llamar a esto involucrarte en el 'karma' de tal situación, pero llámelo como lo llames, el hecho queda. Interferir mentalmente en cualquier situación te involucra con las consecuencias, tanto como si interfirieras físicamente. Claro que cuando es tu deber involucrarte en alguna situación, tendrás que hacerlo constructiva y espiritualmente -y entonces las consecuencias para ti sólo podrán ser buenas. 

La Biblia dice que "El que pasando se deja llevar de la ira en pleito ajeno, es como el que toma al perro por las orejas."[Proverbios 26:17] Cuando aquellos que te rodean se ponen a hablar negativamente acerca de algo o alguien, si tú añades tu contribución al caldero de las brujas, estarás tomando a un perro ajeno por las orejas -así que, ¡cuidado! Si te enredas emocionalmente con algo que no te compete -mediante la indignación, la vanagloria de la rectitud propia, el odio o lo que sea-habrás vuelto a tomar al perro por las orejas, y tendrás que pagar por ello. Si te apuras a entrevistar o telefonear a alguien estando en este estado de ánimo, habrás agarrado al perro otra vez -y te morderá. Y hasta siquiera pensar negativamente con respecto a tales cuestiones en la cámara secreta de tu propio corazón te acarreará un castigo proporcional y natural. 

Siempre es correcto pensar positivamente acerca de cualquier persona o situación, y si lo haces, también recibirás igual cantidad de oportunidades para ayudar a la gente de manera práctica, sin tener que quebrantar la ley que hemos estado considerando, sin acercarte al peligroso perro en lo absoluto.

¿PROBLEMA O RETO?

Cada problema o dificultad denota que el tiempo ha llegado para subir a un escalón más alto. Un problema no es una barrera sino un reto. Es importante asumir la actitud de que tu promoción espiritual se te presenta disfrazada de problema o dificultad y que tienes que dar otro paso adelante. Y esto requiere esfuerzo. Si quieres ir más arriba, entonces tendrás que subir por los escalones. En París, en el barrio de Montmarte —un lugar de diversión, arte y jovialidad— se erige la bella y brillante iglesia blanca de Sacre Coeur. Casi desde todos los puntos de París se le puede ver erguida como un brillante centinela blanco de día y de noche. Para llegar al Sacré Coeur hay que transitar por innumerables calles estrechas, subiendo... subiendo... subiendo... con muchos callejones ciegos y calles sin salida. Finalmente, doblas en una esquina y te encuentras con docenas de brillantes escalones blancos que conducen al Sacre Coeur. Ha sido una larga subida, y te sientes tentado a decir, "Ay, ya no quiero seguir subiendo más". Por otra parte, si dices:"Bueno, ya he llegado hasta aquí", y asciendes por dichos escalones, experimentarás una de los paisajes más inolvidables del mundo. A tus pies tendrás la totalidad de París —el río Sena serpenteando como un hilo de plata, la torre Eiffel agujereando el cielo; y la tumba de Napoleón, Notre Dame y muchos otros edificios bien conocidos— todo bañado por la dorada luz de una tarde de verano.


Y así mismo ocurre con la vida. Si quieres ir más arriba, tienes que subir por los escalones. Si piensas, "Este escalón es demasiado alto, no puedo con él", ésa será tu elección. Si piensas, "Este problema es demasiado. Es tan injusto...", entonces te quedarás abajo hasta que te despiertes al conocimiento de que sí lo puedes hacer. Sin embargo, si le haces frente a cada reto con la realización de: "Dios en mí es más fuerte que todo aquello a lo que me tenga que enfrentar. Dios me ha dado el dominio sobre mis circunstancias. No permito que nada en esta situación me atemorice ya que sé que Dios está conmigo", y continuas en esa vena, obtendrás tu entendimiento espiritual adicional y estarás en camino a tu milagro. Puede que tome tiempo y que requiera de esfuerzo de oración, pero lo obtendrás, tal como lo obtuvieron los israelitas.



TU GRAN OPORTUNIDAD

Tu problema actual es tu gran oportunidad. Tu propia mente —"el lugar secreto" como lo llamara Jesús-—es la cámara del consejo donde se hacen los arreglos y se toman las decisiones para toda tu vida. Igualmente es el salón de diseño donde se conforman los planes de tu destino. Tu vida es tu laboratorio. El mundo es tu taller.

La única razón de que estés aquí es para que te puedas desarrollar espiritualmente; y la única manera de hacer eso es hacerle frente a los múltiples desafíos que te presenta la vida práctica, y superarlos. No te desarrollas espiritualmente si te escapas de la vida y te refugias en una cueva de ermitaño o en algún retiro protegido artificialmente, por más buenas que puedan ser tus intenciones. Tampoco creces en estatura espiritual si logras anotar a punta de fuerza de voluntad, fuerza bruta o engaño astuto.

Creces en gracia y entendimiento cuando resuelves tus problemas diarios a medida que se van presentando, mediante la Práctica de la Presencia de Dios, mediante un trato honesto y sincero en todo momento, y mediante el cultivo de un verdadero sentido de humor —que siempre nos acerca más a Dios.

El meollo de la cuestión es que hay que afrontar la vida y dominarla. Las condiciones externas y las apariencias sencillamente no tienen importancia de por sí, salvo como fuente de material para crecer. La Ley estipula que cualquier dificultad que te pueda venir cuando sea —prescindiendo de lo que pueda ser— tiene que ser exactamente lo que más necesitas en ese momento para permitirte dar el próximo paso hacia adelante al superarla. No es necesario que hayan males sin razón. El único infortunio verdadero, la única tragedia de verdad se da cuando su frimos sin aprender la lección.

Sin duda, todo el mundo en algún momento ha sentido el deseo de "alejarse de todo" en busca de silencio y paz, se ha sentido identificado con el poeta cuando dice: "Para mí el sonido de las campanas vespertinas en templos antiguos." Pero así no es la cosa. Tú no vives en un "templo antiguo", ni tampoco podrías ir a vivir a alguno ahora, aún si fuera lo apropiado. Tales pensamientos no son más que sueños sentimentales. La verdadera paz no viene de las condiciones externas, sino de lo interno. Se puede estar muerto de miedo o lleno de odio en la montaña más remota, y puedes gozar de la Presencia de Dios en medio de Times Square.

¡Despierta! Realiza a Dios, y permítele darte la felicidad perfecta y la libertad aquí y ahora.


«No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.» Juan 17:15